Justin Timberlake ha triunfado esta maadrugada en el espectáculo del descanso de la Super Bowl. El artista estadounidense ha vuelto a protagonizar el evento más esperado 14 años despés de su peculiar actuación con Janet Jackson, cuando por aquel entonces (2004) se le vio un pezón a la artista. Esta vez el evento ha transcurrido sin incidencias, aunque la polémica se ha centrado en otra figura y mito de la música, Prince.
Timberlake ha actuado en el descanso de la final entre los Eagles de Filadelfia conttra los New England Patriots, en un partido que acabó 41 a 33 a favorde los Eagles.
El cantante pop estadounidense, aparentemente sin permiso, desplegó un holograma de Prince durante su participación en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LII. Rock your body, Señorita, Sexy back, Let me talk to you/My love, Cry me a river, Can't stop the feeling y Mirrors, fueron algunos de los temas representados por el cantante. Aun así, la polémica se centró al final del evento
Homenaje a Prince
Durante los días previos al partido Timberlake anunció que presentaría un holograma de Prince para homenajearle. Sin embargo, familiares de la estrella aseguraron que no habían recibido ningún permiso y que tampoco lo autorizarían. Ni corto, ni perezoso, Timberlake hizo caso omiso a las indicaciones de la familia y desplegó un holograma con la figura de Prince mientras cantaba (a dúo con el fallecido cantante) I Would Die 4 U ante más de 66.000 espectadores en directo y millones de personas desde sus hogares.
La familia explicó que "honrar a Prince sería respetar sus deseos. Justin Timberlake es desagradable". Ahora falta por ver si la familia tomará medidas legales o no.
El resto del evento transcurrió sin incidencias. Para el cierre, el también actor, quien esta semana lanzó su más último álbum titulado Man of the Woods, y subió a las gradas para hacerse selfies con los asistentes a la gran final. Durante el encuentro, tampoco hubo polémica entre los jugadores que no protestaron en contra del racismo en el terreno de juego y un país que vive sumergido en la injusticia social.