El fundador de la revista Playboy, Hugh Hefner, incluyó una cláusula inusual en su testamento antes de morir. El multimillonario dejó 43 millones de dólares en un fondo fiduciario y ordenó transferir los beneficios solo a aquellos herederos que no se vean involucrados en escándalos de drogas y no las usen. Hefner consideraba que el uso de drogas y otras sustancias prohibidas podían afectar a la mente de una persona, haciéndola convertirse en algo irreconocible. En su opinión, esas personas no pueden controlar sus vidas ni aportar beneficios a la sociedad.

Por ello, Hefner, dio permiso antes de morir a los agentes fiduciarios para tomar pruebas de drogas a sus herederos repetidamente y sin previo aviso. Si en cualquier momento, alguno de ellos, tantos uss cuatro hijos como su mujer, dieran positivo en alguna sustancia prohibida, sus derechos a la herencia se eliminarán.

La fortuna de Hefner será dividida entre sus cuatro hijos, Cooper, David, Marston y Christie, y su última esposa, Crystal Harris, de 31 años. Además, una parte de la propiedad del fundador de Playboy la recibirán la Universidad del Sur de California y varias organizaciones de caridad.