El torero cumple ocho décadas más un año de edad, Manuel Benítez El Cordobés, y lo hace en un momento familiar muy tenso con sus familiares más directos. El que fuera uno de los matadores más importantes de nuestro país mantiene una relación distante con su hijo Julio Benítez, nula con Manuel Díaz y tensa e inexistente con la que fuera su mujer hasta el año pasado, Martina Fraysse.
El pasado 22 de abril se preveía el escenario perfecto para la tan ansiada reconciliación de padre e hijo. Esa tarde, Manuel Díaz y Julio Benítez toreaban juntos por primera vez tras confirmarse la paternidad de Díaz El Cordobés. Pero, lo que parecía ser el principio del acercamiento, se convirtió en una nueva guerra entre padre e hijo. El lugar elegido, Palma del Río, no le pareció acertado al progenitor de los toreros y definió la acción como "márketing" y se negó a participar en el morbo que suponía que los hermanos torearan en el pueblo natal de su padre.