El íntimo amigo de Cristiano Ronaldo tiene problemas con la justicia. La Corte Suprema de La Haya ha condenado al luchador marroquí de kickboxing Badr Hari a dos años de prisión por varios actos violentos y altercados nocturnos en Amsterdam.

Al ser una pena inferior a dos años y medio solo deberá estar entre rejas durante seis meses. La sentencia determinó la condena al deportista por un "asalto con agravante" al empresario holandés Koen Everink, durante una fiesta en la ciudad holandesa en 2012. Asimismo, el amigo del crack portugués deberá pagar la condena por otro incidente en el club de Jimmy Woo de la misma ciudad, donde el luchador rompió un vaso frente a su víctima e intentó asaltarla con el cristal roto.

Los magistrados consideraron un “agravante” que Hari abusara “de su superioridad física”.