Unos clientes acuden a un bar de Zaragoza en pijama / TWITTER

Unos clientes acuden a un bar de Zaragoza en pijama / TWITTER

Estilo

El 'pijameo', madrugar para salir de fiesta

Varios bares de Zaragoza abren el último domingo de cada mes al acabar el toque de queda con la condición de que los asistentes acudan en pijama

29 marzo, 2021 12:14

Las restricciones, el toque de queda o los confinamientos más o menos estrictos no han podido acabar con las ganas de diversión de los jóvenes pero sí han puesto en duda la viabilidad de los bares. Todas estas medidas que se han fijado para detener la expansión del Covid, y que tanto daño están haciendo a la restauración, han propiciado que surjan nuevas maneras de pasarlo bien sin caer en la clandestinidad de las fiestas ilegales o los botellones masivos. Una de ellas ha cuajado notablemente en Zaragoza, donde algunos establecimientos se las han ingeniado para poder abrir sus puertas dentro de la ley y que los jóvenes puedan salir de fiesta de madrugada sin romper el toque de queda. Se trata del pijameo, que consiste en madrugar para poder salir de fiesta o simplemente tomarse una cerveza.

Algunos bares de la capital aragonesa, bajo un estricto cumplimiento de la normativa, abren el último domingo de cada mes a partir de las seis de la mañana, cuando expira el toque de queda, para dar fiestas a sus clientes. Eso sí, hay una condición indispensable que deben cumplir: tienen que acudir en pijama. 

El noctámbulo que madruga

#PijameoZaragoza es una idea con la que varios establecimientos de la capital aragonesa buscan aprovechar todo lo posible las horas en las que pueden permanecer abiertos y captar nuevos clientes a las horas menos habituales. Estos bares de Zaragoza, cinco de momento, están poniendo de moda una ingeniosa solución a aquellos que se niegan a renunciar a ir de parranda y les ofrecen una alternativa que no implique incumplir la ley.

Y con el horario cambiado: la fiesta comienza a la hora a la que habitualmente llegaban a casa antes de la pandemia. Explicado de otro modo, la fiesta en Zaragoza ha propiciado que los noctámbulos den paso a los madrugadores, que como incentivo recibirán una serie de regalos y ofertas como premio a su valentía. La idea está cuajando en Zaragoza y no es de extrañar que pueda ser exportada a otras ciudades.