En las editoriales de las mejores revistas de moda y en las pasarelas del fashion business se ve desde hace varias temporadas una tendencia que cada vez gana más adeptos no solo entre los grandes gurús del diseño de ropa. A pie de calle es fácil ver cómo las zapatillas se han convertido en todo un complemento protagonista a la hora de dar con el look perfecto. Pero no un look deportivo; sino que este tipo de calzado ha pasado del chándal para llevarse con vaqueros, todo tipo de pantalones, faldas, vestidos e incluso el traje más arreglado para ir a trabajar. 

Y es que las zapatillas han demostrado su versatilidad a la hora de acompañar al resto de las prendas de ropa con diseños de lo más discretos, a otros que recuerdan modelos con aires vintage e incluso con líneas ochenteras más llamativas. Las reglas de la moda están para romperse y por eso con este complemento para los pies se han roto las barreras entre lo sport y lo formal. 

Apuntes de historia

La historia que hay detrás de las zapatillas deportivas lleva hasta el siglo XIX cuando en Inglaterra se conocía un modelo de calzado bajo el nombre de plimsolls; palabra de origen náutico para designar esta prenda hecha con suela de goma y la parte superior de lona. Un calzado cuyo uso por aquel entonces ya se especificaba para la práctica deportiva y correr. 

Con el paso de las décadas, este modelo de zapatillas fue evolucionando y sus diseños se fueron sofisticando hasta la llegada de las emblemáticas Converse. Marquis Convers fue el fundador de Converse Rubber Shoe Company y es considerado como uno de los padres del calzado deportivo con el nacimiento de las exitosas e inigualables All-stars o Converse. En principio solo se fabricaron para la élite norteamericana del baloncesto antes de cambiar su nombre por el de Chuck Taylor All Stars en un homenaje al jugador estrella del equipo de Indiana.