No hay nada que apetezca más que desaparecer durante unos días de la ciudad e irse rumbo a la naturaleza para olvidarse de madrugones, prisas, trabajo, atascos y demás problemas del día a día cuando uno vive en una gran urbe. Y la comarca de la Cerdanya es el lugar ideal para hacer esa escapada tanto solo, como en pareja o con toda la familia para desconectar y dejar en la ciudad tanto el reloj como el teléfono móvil. 

Pero antes de hacer las maletas y subirse al coche para llegar a este destino de ensueño, lo primero es reservar en un alojamiento que ofrezca toda la tranquilidad pirenaica, pero sin dejar de lado todas las comodidades y un sinfín de servicios. Este es el recorrido por algunos de los establecimientos con más encanto para dormir en la zona. 

Magia

Esta comarca se encuentra a medio camino entre España y Francia y también a medio camino entre las provincias de Lleida y Girona. Un lugar que por su paisaje y su orografía bien podría ser Suiza, sobre todo en invierno cuando destaca por ser uno de los destinos preferidos por todos aquellos a los que les gusta la nieve y practicar deportes sobre este manto blanco. 

Pero la Cerdanya esconde un encanto y una magia especial que hacen de ella un destino turístico y rural para cualquier época del año. Un rincón lleno de pequeños pueblos pintorescos con la montaña de fondo y para el disfrute de toda la familia.