Con la ansiada y paulatina normalidad se van recuperando algunos actos sociales que quedaron aplazados como consecuencia de los meses más duros de la pandemia. Eventos familiares como bodas que, por razones obvias de la cantidad de invitados, era complicado llevar a cabo con todas las medidas de higiene sanitaria. Sin embargo, poco a poco las parejas se van animando a darse el si quiero en un año un tanto especial y con menos amigos y familiares de los que esperaban en un principio.
Ahora triunfan, también por necesidad lógica, los enlaces matrimoniales más íntimos, con menos invitados y donde el protocolo está marcado por la seguridad más que por la boda en sí. Sin embargo, esto no quita con que uno quiera lucir las mejores galas para acompañar a los futuros recién casados. Y nada como hacer con algunas de estas firmas de moda que se escapan de lo convencional.
La invitada perfecta
Teniendo claras unas premisas previas --mejor no llevar negro y por supuesto nada de blanco-- las posibilidades para las invitadas a una boda son infinitas. Desde los clásicos vestidos de toda la vida, pasando por un dos piezas con una falda o el traje masculino de siempre pero reinventado con patrones femeninos y primaverales.
Una elección marcada por las nuevas tendencias donde no faltan los motivos florales, los colores más alegres y dinámicos y los estampados más desenfadados. Todo sea por lucir perfecta y olvidar, aunque sea por un día, lo vivido meses atrás. Así pues, llegado el momento de la elección, estas son algunas marcas en las que merece la pena detenerse.