El Teatro Capitol acoge hasta el próximo 9 de febrero una reinterpretación de una de las obras más famosas de Miguel de Cervantes, El gallardo español. Lluís Jutglar Calvés, más conocido como Peyu, es el humorista que llevará a cabo la representación, que transformará por completo la esencia de la obra del escritor español por medio a una performance en la que, manteniéndose fiel a la esencia original, creará una atmósfera repleta de humor y buen ambiente, con el objetivo de pasar un rato muy agradable con todos sus seguidores.
Durante el monólogo, Peyu abordará temas tan dispares como la política, la cultura o los problemas que afectan a la sociedad actual, por medio de una representación muy dinámica en la que todos los contenidos se van renovando conforme la misma va avanzando en el tiempo, ofreciendo al espectador una obra diferente cada día. Este será el principal desafío al que tendrá que enfrentarse el humorista catalán, que necesariamente se verá en la obligación de tener que transformar la escena.
Una interpretación multidisciplinar
Pese a que durante toda la obra el artista catalán actúa en solitario sobre el escenario, la realidad es que también interpreta a una gran cantidad de personajes a lo largo de todo el espectáculo. El Gallardo Español mostrará a un Peyu capaz de desdoblarse en multitud de personajes para hacer las delicias de todo el público presente en el famoso Teatro Capitol.
Para conseguirlo, se utilizan infinidad de recursos escénicos, como la iluminación o el vestuario, que permitirán al conocido humorista catalán adaptarse a las necesidades de este guión tan completo en todo momento, ofreciendo como resultado una actuación que ha logrado obtener las alabanzas de gran parte del sector español. Los personajes principales de la obra, como Alizumel, Don Fernando o la princesa Arlaxa, serán solo tres de los muchos nombres que irán apareciendo en escena a lo largo de toda la representación.
Temas muy controvertidos
Dentro del argumento de la obra, Peyu da vida a un personaje muy peculiar que se caracteriza por no querer inmiscuirse en algunos de los temas más actuales que se están viviendo no solo en Cataluña, sino en toda España. Con esta determinación, el protagonista invita al espectador a iniciar un viaje de la mano en el que evitará cualquier tema que pueda generar controversia. O al menos eso afirma en un primer momento.
No obstante, con el propósito de salir airoso de un camino especialmente tortuoso, al personaje finalmente se le irán complicando todos los planes, para enfrentarse después, de manera progresiva, a todo lo relacionado con los sucesos de máxima actualidad. En este sentido, el espectador podrá ver desde una perspectiva en clave de humor temas como la monarquía, la censura, el independentismo e, incluso, el papel actual de la justicia española en el ámbito de la jurisprudencia por parte de la rama política. Incluso el propio Juez Marchena se verá representado por el propio artista.
Prensa rosa, racismo, homofóbia...
Además de los asuntos mencionados anteriormente, y que cada día copan los telediarios del país, Peyu también intentará evitar a toda costa la aparición y el asentamiento de aspectos tan delicados como el rechazo a los extranjeros y la homofóbica. Incluso hay un hueco para la prensa rosa en esta curiosa adaptación de la obra de Cervantes. Siempre desde una perspectiva que afecta principalmente al pueblo catalán, aunque sin olvidar que determinados comportamientos también surgen en otras partes de España.
Juntos a estos temas que, sin duda, buscan concienciar a la sociedad, el punto emotivo de la obra radica para muchos en su crítica hacia todo lo relacionado la crisis de los refugiados. Especialmente en la falta de iniciativa por parte de los gobiernos con mayor poder a nivel mundial para encontrar una solución para todas esas personas que huyen de sus hogares, obligados por la precariedad y los peligros de la guerra.