El parque fluvial del Besós es uno de los entornos verdes más conocidos de Barcelona. Se ubica a lo largo de los últimos nueve kilómetros del río Besós, hasta llegar a la desembocadura del mismo con el mar Mediterráneo. Recientemente, este parque ha sido el centro de una gran cantidad de noticias, a consecuencia de un incendio en sus inmediaciones que provenía de una planta de reciclaje de disolventes, causando una gran cantidad de daños en su espacio.
No obstante, y después de que la Agencia Catalana del Agua certificase una mejora de la calidad del agua, a consecuencia de la evaporación definitiva de los disolventes que contaminaron el río, el parque ha vuelto a abrir sus puertas en su horario tradicional con el objetivo de seguir prestando servicio a todas las familias de la zona, puesto que actúa como un importante entorno lúdico en la zona en la que se encuentra.
Sin todavía una solución definitiva
Pese a su reapertura, diferentes expertos han afirmado que la recuperación del parque todavía no se ha realizado, y que hasta el momento en el que sea definitiva todavía queda por esperar una gran cantidad de tiempo, debido a la dificultad que puede llegar a suponer la eliminación total de los diferentes residuos tóxicos que han podido instalarse en las inmediaciones del terreno.
Además, también se destaca especialmente que son muchas las variables que pueden influir en el tiempo exacto de recuperación. Por tanto, por parte de los organismos públicos de Barcelona todavía queda una importante labor por realizar, hasta garantizar a sus visitantes que el parque se encuentra en plenas condiciones. Del mismo modo, se espera que sea el Ayuntamiento de Barcelona el organismo encargada de regularizar todavía más la actividad de las empresas que se sitúan en las inmediaciones del río.
115 hectáreas de espacios verdes
Uno de los puntos que más destaca de este parque es la extensión con la que cuenta, con más de 115 hectáreas de espacios verdes. Posicionándose como uno de los pulmones más importantes para localidades como Barcelona, Santa Coloma de Gramenet, Montcada o Sant Adrià del Besòs, entre otras. Actualmente, es uno de los puntos de reunión favoritos para los deportistas de la zona, gracias a la gran cantidad de espacio que presenta para realizar deporte, además de para las familias con niños pequeños.
Históricamente, desde los años 60 el parque siempre ha sido especialmente sensible a los problemas relacionados con la contaminación, a consecuencia del proceso de industrialización que vivió la zona en la que se encuentra. Desde hace varias décadas, esta zona de Barcelona se encuentra sometida a constantes políticas relacionadas con las diferentes medidas de saneamiento y con diversas políticas de recuperación, iniciadas especialmente a partir de los años 80.
Recuperación medioambiental del tramo final del río Besòs
Una de las políticas que causó un mayor impacto a la hora de convertir este parque en lo que es actualmente, es el proyecto que se bautizó como "Recuperación medioambiental del tramo final del río Besòs". Mediante esta iniciativa, subvencionada en un 80% por la Unión Europea, se permitió ejecutar una serie de obras que se contabilizaron en, aproximadamente, 37 millones de euros. No obstante, su impacto fue especialmente positivo, convirtiendo al espacio en lo que es actualmente.
La mejora de la calidad ambiental, al mismo tiempo que el paisaje, además de la capacidad hidráulica del río y el aprovechamiento de diferentes zonas para su reconversión hacia espacios destinados al ocio fueron las tres principales ramas que se llevaron a cabo con el objetivo de redefinir el concepto de parque que se tiene con el río.
Un espacio multifuncional
Actualmente, y gracias a las diferentes obras que se han llevado a cabo en el espacio, el parque fluvial del Besòs es uno de los entornos naturales más versátiles que se pueden encontrar en Barcelona. Uno de sus puntos más atractivos es el carril bici con el que cuenta, con una gran cantidad de kilómetros de zonas asfaltadas que permiten disfrutar de diferentes rutas de ciclismo en condiciones de seguridad.
No obstante, en las zonas verdes se reúnen durante el día a día grupos de personas de carácter muy heterogéneo en busca de un espacio en el que poder practicar deporte, tanto en grupo como en solitario, disfrutar de un momento de tranquilidad o, cada vez más, personas que acuden al césped a disfrutar de un momento de lectura.