Ya se aproxima la última semana del año. Casi todas las familias ya han dejado todo listo para disfrutar de los compases finales del curso con los suyos. Durante estos dos últimos meses la mayoría de las visitas a las tiendas tenían por objetivo realizar las compras previstas para la Navidad. El Black Friday se ha postulado como uno de los momentos decisivos para adquirir todo tipo de detalles.

Aún así en estas fechas tan señaladas, hay personas que apuran hasta el último momento con los preparativos. Uno de los más importantes suelen ser los regalos de los niños con motivo del día de reyes. Por suerte, la Ciudad Condal cuenta con una variada oferta de calles y centros comerciales abiertos durante estas semanas para poder recuperar esa asignatura aún pendiente. Ya sea por su estructura o el nivel de sus tiendas, algunos suelen ser bastante exclusivos.

Un pueblo de escaparate

A poco más de 40 minutos de Barcelona se encuentra La Roca Village, un centro comercial dispuesto en forma de pueblo donde se pueden encontrar algunas de las boutiques con más nivel. Concretamente es en la comarca del Vallés donde se ubica esta pequeña ciudad del ocio que alberga tiendas de marcas como Michael Kors, Mido o Bvlgari. La presencia de estos establecimientos de lujo se combina con algunas de las tiendas más tradicionales.

Y es que en La Roca se pueden encontrar las stores de Puma o Punto Blanco y hasta la tienda oficial del FC Barcelona. Además posee una zona de restauración para hacer un pequeño descanso entre compra y compra. Este estilo de plazas comerciales es muy común en bastantes ciudades de España. Las Rozas Village en Madrid o La Noria, ubicada en Murcia, son algunos de los ejemplos más populares.

Del burladero a la boutique

Ya más cerca del centro de la capital catalana se sitúa el Arenas de Barcelona. En este caso la peculiaridad del centro comercial reside en su estructura. Y es que se encuentra emplazado en el interior de una antigua plaza de toros, de mismo nombre, de la Ciudad Condal. Aunque desde el año 1977 no se celebraban corridas de toros allí, no fue hasta el 2011 cuando se inauguró este llamativo lugar de ocio.

Imagen de uno de los centros comerciales de Barcelona / UNSPLASH

La plaza pasó de intentar ser demolida a ser adquirida por la empresa encargada de levantar este ambicioso proyecto. En la actualidad aloja en su interior un total de 116 tiendas repartidas en 6 plantas. Enrique Tomás y Enrich representan algunas de las firmas más peculiares en un lugar donde se ubican las boutiques más comunes.  También hay varias tiendas de juguetes para poder adquirir los objetos solicitados por los niños en la carta a los reyes.

Compras en grandes dimensiones

Otra opción, situada en el área metropolitana de Barcelona, es La Maquinista. Este centro comercial se corresponde con el más grande de Cataluña y uno de los más grandes de todo el país.  De los 250.000 m2 con los que cuenta la superficie, más de 90.000 se encuentran destinados al mundo del ocio y del comercio. A parte de las tiendas convencionales, La Maquinista cuenta con grandes zonas de restauración y hasta confesionarios de coches.

Más de 200 establecimientos donde se encuentran los clásicos Zara o Media Markt. También se sitúan allí algunas firmas como Hollister o la conocida tienda de ropa catalana Kaotiko. Millones de personas visitan este centro neurálgico del comercio cada año desde su apertura en el año 2000. Bon Pastor y Sant Andreu son las dos paradas de metro más cercanas a La Maquinista.

Los clásicos de siempre

Hay una determinada parte del público que prefiere las calles comerciales de toda la vida para realizar sus compras. La capital catalana cuenta con espacios idóneos para este tipo de gente. Una de las más conocidas es el Paseo de Gràcia. Allí se ubican algunas de las boutiques más lujosas de la ciudad.

Louis Vuitton o Stela McCartney son claros ejemplos de ese tipo de tiendas. La mayoría de ellas se ubican en los bajos de varios de los edificios más emblemáticos de la ciudad. A pesar del escaparate de lujo que representa esta calle, también hay hueco para un público más sencillo gracias a ciertas tiendas como Zara o Mango.