Programar una alarma para madrugar al día siguiente, tomar el tiempo necesario para no llegar tarde a los sitios o informar a cualquier persona de la hora. Todas estas acciones tienen un denominador común: el reloj. Este instrumento de medición, inventado hace ya varios siglos, se ha ido integrando en las nuevas tecnologías lanzadas al mercado. En la actualidad, es común encontrar electrodomésticos, como neveras o lavadoras, que ya poseen uno propio digital.
Lo mismo ha sucedido en los smartphones, los coches o hasta incluso los nuevos vapers que tan de moda se han puesto. Incluso hasta el reloj de muñeca, una de las versiones más convencionales, se ha topado con un serio competidor en los últimos años, los smartwatches. Esta revolución en el mundo de las agujas ha propiciado que este complemento tradicional cumpla, en ocasiones, una función meramente estética. Un accesorio que suele ser de los más cotizados dentro del mercado de la piratería.
Están por todos lados
Las imitaciones abarcan un gran número de productos y marcas que van desde bolsos, camisetas o zapatillas, hasta los aparatos electrónicos mejor valorados. Dentro de esta amplia gama de resultados se encuentran los relojes en versión pulsera. En ocasiones, es habitual encontrar puestos con artículos de este tipo que tratan de copiar los modelos originales. Muchos de ellos reflejan hasta el más mínimo detalle.
Esta búsqueda de la perfección desencadena una confusión por parte del público a pie de calle. Y es que un número elevado de personas en este país no consigue diferenciar un reloj verdadero de una imitación. Esta cifra asciende hasta más de la mitad de la población. Los que sí son capaces de reconocer la versión original frente a la falsa tan solo se corresponden con el 27%.
Puntos estratégicos
Son millones los relojes falsos que se producen en el mundo cada año. Para poder detectar un ejemplar de imitación hay varios elementos que se deben tener en cuenta. El peso del producto es uno de los más importantes. A pesar de que las imitaciones están llegando a un nivel casi perfecto en los materiales, los modelos originales suelen utilizar componentes de alta calidad, cuyo gramaje suele ser notable.
Al igual que en los materiales, las compañías dedicadas a la imitación buscan copiar de una manera casi perfecta los matices del reloj verdadero para que la diferencia no sea perceptible a ojos del comprador. Es por esto que resulta crucial testear el modelo original en una tienda oficial antes de adquirirlo por cualquier otro punto de venta. Ahí se podrán visualizar el mayor número de detalles posibles, inclusive los números de serie que hacen referencia a la fabricación del producto.
Un papel decisivo
Uno de los canales de comercialización que más ha influido en los productos de imitación ha sido internet. La red se ha convertido en una de las principales trampas para los clientes que buscan un reloj original. Es por eso que el número de compradores disminuye considerablemente en lo que a plataformas digitales se refiere. La incertidumbre de las tiendas de segunda mano o la imposibilidad de tocar el producto en persona constituyen algunos de los motivos por los que se intenta huir de esta opción.
Al igual que en las camisetas de fútbol, donde los modelos más copiados corresponden a equipos de primer nivel como el Real Madrid o el F.C Barcelona, en los relojes son las marcas más prestigiosas las que corren el riesgo de ser plagiadas. Rolex es la firma que cuenta con más modelos falsificados. Y es que prestigio es sinónimo de lujo, ya que un gran número de personas estarían dispuestas a invertir 1.000 euros o una cantidad superior por este tipo de artículos.
Con la lupa bien puesta
Y es que en el caso de la imitación lo barato sale caro, por lo que resulta vital conocer todos los apuntes para no equivocarse en la elección de un reloj. Según la encuesta realizada por la compañía Chronoexpert, solo el 53,5% de los entrevistados posee la capacidad de distinguir cual es el modelo falso.
Para diferenciar los ejemplares de imitación de los originales, la mayoría de los hombres se fija en el peso o en la insignia, mientras que las mujeres se decantan por el brillo de la esfera o el logo de la marca para reconocer si es un modelo auténtico.