El puente de diciembre es uno de los momentos más esperados para disfrutar de la última escapada del año. El frío, las primeras nevadas y el ambiente navideño que ya se empieza a respirar en determinados territorios, son algunos de los factores que permiten empaparse de los mejores paisajes que se encuentran entre las diferentes localidades que componen el panorama nacional.
En la región de Cataluña, el turismo rural es uno de los más arraigados entre sus propios habitantes. Los distintos pueblos que se encuentran repartidos a lo largo de las distintas provincias que componen la comunidad autónoma adquieren una belleza muy singular cuando llega esta época del año. Estas son algunas de las diferentes opciones que permiten disfrutar de entornos rurales únicos en esta región.
La Vall de Núria
Los amantes de la naturaleza y de la nieve tienen en la Vall de Núria uno de los destinos preferidos para esta época del año. Situado en la provincia de Girona, el Vall de Núria es uno de los rincones más visitados de la región, especialmente con la bajada del mercurio de los termómetros. Durante el invierno, disfrutar de la experiencia única que ofrece el tren cremallera serpenteando las faldas de la montaña sobre la que se asienta, al mismo tiempo que ésta comienza a aparecer completamente nevada, conforma unas vistas únicas.
La excursión a esta zona está especialmente recomendada para las personas con familia, gracias a la diversidad de fauna y de flora que ofrece a todos sus visitantes. En el caso de los más pequeños, éstos podrán disfrutar de los diferentes tipos de vegetación y especies animales que se concentran a lo largo de toda su extensión.
Cardona
La localidad de Cardona es un municipio catalán que pertenece a la comarca del Bages. Cardona es uno de los destinos más frecuentados de Cataluña para realizar una escapada repleta de encanto en uno de los destinos rurales que desprende una mayor belleza, especialmente como consecuencia de su legado arquitectónico.
El castillo de Cardona es su principal atractivo, y una de las excursiones más recomendadas. No obstante, no es la única. Las minas de sal, sus diferentes monumentos naturales y el encanto medieval que desprenden sus calles hacen de este lugar un destino ideal para el próximo puente.
El Penedès
La región del Penedès es conocida a nivel nacional por ser uno de los destinos más populares para los amantes del vino y de la cultura enoturística más arraigada del panorama nacional. Su entorno natural se asienta entre diferentes viñedos y localidades costeras, repletas de de un patrimonio nacional en la que la gastronomía y el vino se convierten en protagonistas.
Destaca la presencia de las innumerables bodegas que se concentran en su interior, además de las diferentes ferias gastronómicas que se asientan en algunas de las localidades que conforman esta región en cualquier momento del año, y que permiten disfrutar de los sabores más auténticos de la zona. Dependiendo del clima, una excursión a algunos de sus característicos viñedos siempre es una opción a tener en cuenta para conocer a fondo la esencia de esta región.
Besalú
En la comarca de La Garrotxa, provincia de Girona, se encuentra una de las localidades que parecen haber desafiado al paso del tiempo, Besalú. Un recorrido por sus calles empedradas y los diferentes atractivos turísticos es suficiente para entender el amplio legado arquitectónico que concentra esta localidad. Su casco antiguo, de carácter medieval, crece a partir de diferentes calles repletas de piedra y construcciones típicas de siglos anteriores, proporcionando un gran atractivo para todos sus visitantes.
Una de las construcciones más destacadas es el puente milenario, convertido en uno de los símbolos de la localidad, especialmente por lo característico de su geometría. Debido a que en su construcción se procuró aprovechar al apoyo de las piedras naturales sobre las que se asienta, presenta una sinuosa forma repleta de encanto, convertida en su principal seña de identidad.
Begur
Pese a que la Costa Brava suele ser una de las zonas de Cataluña más visitadas durante el verano, durante el invierno las diferentes poblaciones que la componen también gozan de multitud de encantos que hacen que su visita sea muy recomendable. Begur es un claro ejemplo de ello, una localidad costera situada en plena naturaleza que cuenta con multitud de atractivos que ofrecer a sus visitantes.
Su caso antiguo, de carácter medieval, es uno de los espacios más visitados de su interior. Además de los diferentes rincones que se pueden naturales disfrutar a lo largo de toda su extensión.