Pese a que con la irrupción de las nuevas tecnologías han ido apareciendo diferentes formas de alojamiento para viajar que, de manera progresiva, tratan de sustituir a las tradicionales. El sector hotelero continúa posicionado como una de las mejores opciones cuando se trata de disfrutar de unos días de desconexión.
Una de las principales ventajas de este tipo de turismo frente a otras alternativas es la amplia oferta existente. Actualmente, es posible encontrar diferentes opciones en los que la originalidad, el entorno en el que se asientan o los servicios que ofrecen han facilitado que se hayan posicionado como algunos de los hoteles más insólitos que se asientan en el planeta.
Palafitte Hotel, Neuchâtel (Suiza)
Con cuarenta habitaciones, el Palafitte Hotel situado en la localidad de Neuchâtel, en Suiza, es uno de los más famosos del mundo. Este hotel cuenta con un total de cuarenta habitaciones, veinte de ellas situadas a orillas del lago Neuchâtel, ofreciendo unas vistas inigualables a sus huéspedes. Estas habitaciones cuentan con acceso privado desde el propio lago.
El hotel ha sido diseñado por el conocido arquitecto Kurt Hofmann y está especialmente pensado para todos aquellos que buscan disfrutar de unos días de descanso en plena naturaleza. Además de por la ubicación de sus habitaciones, destaca la propuesta gastronómica que ofrece a sus visitantes. El restaurante Le Colvert, situado en uno de sus pabellones, ofrece un viaje gastronómico a bordo de algunos de los sabores más típicos de la zona gracias a una carta que se va reinventando temporada tras temporada.
Whitepod Hotel, Aigle, Alpes Suizos
El Whitepod Hotel destaca por el enclave que ocupa, en plenos Alpes Suizos. Un espacio geográfico que facilita que sus huéspedes puedan disfrutar de los más de siete kilómetros de pistas que se asientan en las inmediaciones del mismo y que únicamente pueden disfrutar las personas que se encuentren alojadas en su interior, posicionándose como un espacio perfecto para los amantes del deporte de montaña.
En el Whitepod Hotel los huéspedes podrán disfrutar de un espacio interior realizado y decorado al completo con materiales reciclados. Cuenta con todo tipo de comodidades para que, después de haber disfrutado de una jornada de esquí en sus pistas, sea posible disfrutar de un baño en el spa o en el jacuzzi, además de poder disfrutar de sus servicio de masajes.
Jumbo Hotel, Arlanda, Estocolmo
Hasta la inauguración del Jumbo Hotel, en la localidad de Arlanda, en Estocolmo, dormir en un avión con todo lujo de comodidades era una experiencia que únicamente podían disfrutar los pasajeros de las business class de las compañías áreas más exclusivas. No obstante, ahora es posible dormir en el interior de un Boeing 747-200, situado en plena pista de aterrizaje.
Este curioso hotel cuenta con un total de 76 habitaciones de muy diferente naturaleza. Los huéspedes podrán disfrutar de habitaciones para grupos con baño compartido o, incluso, una suite situada en la cabina del propio avión. En su interior cuenta con todo tipo de comodidades: restaurante, televisión por cable o internet, entre otras.
King Pacific Lodge, Canadá
En Canadá se ubica otro de los hoteles insólitos más curiosos del mundo. Se trata del King Pacific Lodge y su gran particularidad es que es el único hotel flotante del mundo. El punto de partida se encuentra en uno de los espacios naturales más conocidos del país, situado a dos horas y media de Vancouver. Alojarse en este hotel es toda una experiencia desde el primer minuto, ya que el único acceso al con el que cuenta es a través de un hidroavión que el hotel pone a disposición de todos sus clientes.
En su interior acoge hasta un total de 17 lujosas habitaciones, en las que los materiales de madera y pino asumen todo el protagonismo. ElKing Pacific Lodge permite a sus huéspedes disfrutar de la pesca, el submarinismo y de estampas únicas mientras se desliza por las aguas del océanos. Una experiencia inolvidable en un espacio único en el planeta.
El Far de Sant Sebastià, Llafranc, Girona
En la provincia de Girona se encuentra otro de los hoteles que merece una mención aparte. Se trata de El Far de Sant Sebastià, situado en la localidad de Llafranc y construido directamente en un acantilado de más de 175 metros de altura.
Todas sus habitaciones están decoradas con el característico estilo marinero que impregna toda la ciudad, ofreciendo unas vistas al mar en las que disfrutar de sus atardeceres o amaneceres se convertirá en uno de sus principales atractivos.