Gross domestic product, traducido al castellano como producto interior bruto, es el nombre de una nueva tienda que ha aparecido en el barrio de Croydon, situado al sur de la ciudad de Londres. Propiedad de Banksy, el famoso artista urbano caracterizado por lo enigmático de su identidad, permanecerá abierta durante quince días.
Sin embargo, y como no podía ser de otra manera, la tienda permanecerá con las puertas cerradas todo el tiempo, actuando como un espacio similar al de una exposición cuyos productos únicamente podrán ser comprados de manera online por todos los interesados.
ADN Banksy
El interior del espacio rezuma el ADN de Banksy por los cuatro costados. Como se puede apreciar en el chaleco blindado con la bandera británica que el artista Stormzy llevó en el festival de música de Glastonbury o los felpudos hechos con los chalecos salvavidas de los inmigrantes rescatados en las costas del mar Mediterráneo, dos de sus obras más reconocidas.
El motivo de la apertura de la tienda, lejos de su carácter reivindicativo, es la necesidad de preservar su marca personal. Una empresa que produce tarjetas con imágenes de las obras del artista ha reclamado el control total sobre la marca de Banksy, debido a que el artista no utiliza su nombre para comerciar productos. Según las leyes de Inglaterra, al no tener fines comerciales, su marca puede ser transferida a cualquier empresa que sí lo desee hacer. La solución por la que ha optado el equipo jurídico del artista ha sido la de abrir una tienda para vender sus creaciones. Demostrando, de esta manera, que su marca sí que cuenta con fines comerciales.
Comprar un nuevo barco
Banksy ha afirmado que el destino de todo el dinero que se recaude con las obras que se encuentran en este local será destinado a comprar un nuevo barco de rescate de inmigrantes, para suplir al recientemente confiscado por las autoridades italianas.
Dado el valor que suelen alcanzar todas sus obras, a nadie le sorprende que pueda sacar tal cantidad de dinero durante los próximos 15 días. Un buen ejemplo de ello es Devolved Parlament, un cuadro que representa el Parlamento Británico repleto de chimpancés y que la casa de subastas Sotheby's adjudicó la semana pasada a un precio de doce millones de dólares. El precio más alto pagado por una obra del artista.