Muy próximo a la ciudad de Barcelona se encuentra uno de los parques más conocidos de Cataluña, el Parque Natural de Sant Llorenç de Munt i l'Obac. Se sitúa entre dos de las comarcas más conocidas de la región, la del Bages y la del Vallés Occidental. Y es precisamente esta situación geográfica la que permite crear en su interior un microclima que favorece el crecimiento de la vegetación y la aparición de diferentes animales en su interior.
En total, el parque tiene una extensión cercana a las 14.000 hectáreas. Actuando como uno de los pulmones más importantes de toda la zona. Además, en su haber cuenta con haber sido considerado el primer parque natural de toda España. Una distinción que arroja información sobre la importancia con la que cuenta este parque en la región de Cataluña.
La presencia del monasterio
Uno de los aspectos que más llama la atención de este parque es la presencia del monasterio, en la cima de La Mola. Es su principal atractivo turístico y uno de los monumentos más emblemáticos que podemos encontrar en esta zona. El paso de los años ha convertido a este monasterio en una de las señas de identidad de este parque.
No obstante, no es este el único legado histórico que se encuentra repartido a lo largo de toda la extensión. Y es que en diferentes puntos del parque podemos encontrar interesantes restos arqueológicos neolíticos con los que empaparse de la historia que recorrió este lugar siglos atrás.
Su legado histórico
Y es que es precisamente su legado histórico uno de los puntos más importantes que hay que mencionar cuando nos referimos a este parque natural. El macizo de Sant Llorenç del Munt es conocido por la gran cantidad de importantes yacimientos que se asentaron sobre él en la prehistoria. La gran cantidad de cuevas que acoge este macizo, unido a los restos que se han ido encontrando con el paso de los años, así lo demuestran.
En estas cuevas no han sido pocos los restos de pieles, prendas de abrigos y diferentes utensilios que han ido apareciendo. Hasta convertir a este punto geográfico en una de las zonas de estudio más importantes para todos los amantes de la historia y la naturaleza.
Entre dos sierras
El parque se encuentra situado entre dos sierras, que son precisamente las que dan nombre. Por un lado se encuentra la sierra de Sany Llorenç del Munt, por otro, la del Obac. Es el Coll d'Estenalles el enlace que une a ambas.
La cima de la Mola es el punto más alto del parque, situándose a una altura de 1.104 metros. Tras él, el otro punto más elevado es la cima del Montcau, con una altura de 1.057 metros.
Fauna y flora
La visita a este lugar está especialmente recomendada para todos los amantes y los estudiosos de la fauna y la flora de nuestro país. El microclima que nos encontramos en este parque natural facilita la aparición de una gran cantidad de vegetación que, de otro modo, sería imposible de alcanzar. En cuanto a la flora, la planta que tiene una mayor presencia en este lugar es la encina. No obstante, es importante que tengamos en cuenta que dependerá del punto en el que nos encontremos para poder disfrutar de un tipo de encina o de otro.
En lo que hace referencia a los animales, también es importante destacar que por las características con las que cuenta este parque, resulta muy sencillo que la mayoría de los animales estén, por norma general, escondidos en algún lugar. Por lo que su identificación es muy compleja. No obstante, destaca por encima del resto la presencia de jabalíes o de esquiroles, siendo especialmente los primeros los más habituales.
Un parque dividido en dos alturas
La amplia extensión del parque hace que podamos distinguir diferentes hábitats bien diferenciadas en su interior. Por un lado, nos encontramos con el paisaje de las cimas, es decir, todas aquellas zonas que se encuentran por encima de los 800 metros. En ellos, destaca especialmente la presencia de la encima, además de algún roble y, sobre todo, las formaciones rocosas y las pendientes pronunciadas.
Sin embargo, en las vertientes medias, el segundo hábitat más importante, el escenario cambia completamente. La principal vegetación que nos encontramos es la encima mediterránea, aprovechando el clima mediterráneo que centra toda la atención. Al contrario que en el anterior caso, a nivel de vegetación la más formación más característica son los bosques de pinos.