El concepto de ir a una peluquería a hacerse las uñas está cambiando. Sí, las uñas, esa parte del cuerpo dura, de naturaleza semirrígida y transparente que nace y crece en las extremidades de los dedos.
Los profesionales de la manicura parecen no saber qué hacer con ellas. Está claro que conocen bien su trabajo y saben manejar a la perfección las limas, los pulidores, los cortaúñas y los cortacutículas. Pero tanta destreza han adquirido que han pasado de perfeccionar la técnica a centrarse en el diseño para inventar nuevas tendencias.
'Furry nails'
¿El Resultado? Pelo en las uñas. Lo que se conoce en el argot profesional como furry nails. En inglés o en español, suavizar las uñas con pelo es la última tendencia en manicuras.
Algunos señalarán como causante a Rosalía, artista que además de cantar, decir a la reina del pop Madonna que no actuaría en su fiesta de cumpleaños y ser portada de Vogue España, es el adalid de las manicuras ostentosas. Una exhibición de pedrería, esmaltes variados y acabados imposibles. Aunque esta vez no ha sido ella la pionera de la nueva moda.
De pasarela
Ya en el 2016 estuvo de moda lo de añadir pelo a las uñas como elemento decorativo. La Fashion Week de Nueva York de ese año se convirtió en la vanguardia de la extravagancia aplicada a la manicura. Las modelos que desfilaron para la firma Libertine lucían en sus uñas pelo, logrando el efecto sorpresa tan deseado en este tipo de pasarelas.
Hebras de pelo fino, pelo grueso, más largos, más cortos, de punta, de color natural o decolorado, con forma de pompón... El límite lo pone la imaginación de cada cual, porque todas son variantes aceptadas en esta tendencia peluda que transforma las uñas en acabados suaves y delicados.