Una habitación del negocio 'Siesta and go' en Madrid

Una habitación del negocio 'Siesta and go' en Madrid

Crónica Directo

Ya es posible dormir la siesta por 1,5 euros en el centro de Madrid

‘Siesta and go’ es una iniciativa de una pareja española que han importado la idea de Japón y planean expandirla a más ciudades

17 agosto, 2017 11:03

Es una de las costumbres más españolas pero hasta ahora no había ningún local en todo el país que ofreciera pagar por dormir la siesta, algo que ya es posible en Madrid con 'Siesta and go', donde los clientes pueden echar una cabezada por entre 1,5 y 7 euros la media hora, según la opción.

El local, situado en los bajos de Azca, una de las zonas de oficinas más conocidas de Madrid, abrió sus puertas al público a principios de junio y ya ha emprendido su primera reforma para complacer a los clientes que demandaban la instalación de una ducha.

Made in Japón

"Aquí tenemos la fama de que todos los españoles dormimos la siesta y no se había profesionalizado nunca", cuenta Vicente Jorro, propietario del negocio quien ideó el negocio junto a su mujer tras un viaje a Japón.

Con 'Siesta and go' han adaptado este concepto con un horario más restringido --de lunes a sábado de 11 a 19 horas-- y un espacio más acogedor.

Normas mínimas

El local, de 220 metros cuadrados, está decorado en tonos grises para dar sensación de "tranquilidad" y no tiene ninguna ventana ni espacio por el que entre luz natural, tan sólo la cristalera de la entrada que da a la calle. Una hoja informativa advierte de que el local es un "centro de descanso" y establece unas normas mínimas.

"Por favor, guarde silencio y respete al resto de los clientes. No hable por teléfono móvil, si lo hace salga a recepción", reza el escrito. A la entrada se ofrecen gratis zapatillas cuyo uso es obligatorio para evitar el ruido de los zapatos. Quien quiera, puede pedir gratis tapones y cascos o tomar prestada una tableta o alguno de los libros y revistas de la recepción. Para otros objetos, como los antifaces, hay que pagar.

El público

Hasta aquí, acuden fundamentalmente trabajadores de la zona con tiempo libre a la hora de comer que aprovechan para tomar algo y, a continuación, echar una cabezada antes de volver a la oficina, como Irene, que suele ir dos veces por semana. "Es un rato para desconectar, no siempre duermo", asegura.

Los propietarios de 'Siesta and go' también han conseguido atraer a turistas tanto españoles como extranjeros que van a hacer compras a la calle Orense, próxima Azca, por donde hay varias tiendas y un gran centro comercial.

Instalaciones

En el establecimiento hay seis literas dobles y siete habitaciones privadas, que son las más demandadas por los españoles. Cada habitación tiene una cama individual de 90 metros de ancho, una mesilla, una bandeja, una lámpara de pie, un flexo, un perchero, un espejo de cara colgado de la pared, una planta y una esterilla para las personas que deseen hacer estiramientos.

Junto a las literas, rodeadas de cortinas, hay cajas fuertes para dejar los objetos personales y así dar "tranquilidad psicológica" a los clientes que, al igual que en las habitaciones individuales, reciben un conjunto de ropa de cama de un solo uso por cada servicio. A la entrada, hay dos sillones con sendas butacas reposapiés para aquellos que simplemente quieran relajarse o dormir de forma más ligera.

Precios

Los precios varían en función del tiempo y de la opción escogida. Por ejemplo, media hora de siesta cuesta 1,5 euros en el sillón, 4 en la litera alta, 5 en la litera baja y 7 en la habitación individual. Para ahorrar, hay bonos de entre 300 y 1.200 minutos que ya han solicitado más de 30 clientes.

"No somos originales, hay negocios parecidos en Nueva York, París, Londres... pero en España es el primero", dice Jorro, que considera que a veces las ideas "más sencillas" cuesta hacerlas realidad porque "la gente piensa que no van a ser rentables o que alguien lo ha hecho ya antes".

'Siesta and go' tiene intención de abrir más locales en otras ciudades españolas y, de hecho, ya ha recibido ofertas para poner franquicias en Valencia, Málaga y Granada, lugares que también quieren rentabilizar una de las costumbres españolas más universales.