Kayleigh Rogers tiene diez años y un autismo moderado. Es muy tímida, según explica el director de su escuela, Killard House School, en Donaghadee (Irlanda), y su trastorno dificulta que la pequeña pueda relacionarse fácilmente con sus compañeros de clase, su familia o su entorno en general.
Su profesor de música descubrió la sorprendente voz que tenía y el gran talento de Kayleigh y la estimuló para que se desenvolviera con naturalidad a través de la canción. Consiguió que cantase solos en los festivales escolares y que, gracias a la música, ganase confianza y seguridad en ella misma, y consiguiera abrirse.
En la fiesta navideña de su escuela, la niña cantó su propia versión del mítico Hallelujah de Leonard Cohen bajo la atenta mirada de sus compañeros y profesores y logró emocionar a todos los asistentes del encuentro.
