El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, presentó el pasado día 1 de marzo el nuevo armamento nuclear que su país estaba desarrollando. Entre los diferentes diseños que presentaron, uno de ellos consistiría en un submarino autónomo con capacidad para moverse a gran velocidad bajo el agua y portar bombas nucleares en su interior.
Las bombas nucleares que podrían portar estos drones submarinos podrían resultar devastadoras, pero hay dos peligros que podrían ser peores, según señalan diversos expertos en física nuclear al medio Business Insider. Los tsunamis que podrían alcanzar una distancia de 330 pies, en torno a 100 metros, y la lluvia radioactiva que generarían en zonas costeras.
El presidente de la república rusa, Vladimir Putin, en una imagen de archivo / EFE
Devastadores en zonas de costa
Rex Richardson, uno de los físicos citados por Business Insider, explicaba que la explosión de un arma nuclear cerca de la costa podría provocar daños “equivalentes al tsunami de 2011 [en Japón] y quizás mucho más”. Este fenómeno acabó con la vida de más de 15.000 personas. En su opinión, si un incidente nuclear ocurriera en un lugar así, al aprovechar el efecto del creciente suelo marino, las olas de un tsunami podrían llegar a los 100 metros, lo que resultaría devastador.
Entre los años 40 y 50, Estados Unidos llevó a cabo pruebas de armamento nuclear bajo el agua. Éstos provocaron grandes explosiones en la superficie y enormes columnas de agua que se alzaban a cientos de metros, por lo que algunos barcos fueron destruidos o dañados. Estas explosiones en el agua provocaron que las olas doblasen su altura natural e inundasen zonas costeras.
Estos efectos podrían resultar peores con la tecnología nuclear actual y es por ello que el arma submarina de Rusia podría provocar grandes daños. Según Richardson, lugares como “Los Angeles o San Diego serían particularmente vulnerables a la lluvia ácida debido a los fuertes vientos en tierra”