El tiempo en el aeropuerto es oro. Aunque la duración del vuelo sea siempre más corta que hacer el mismo trayecto en autobús o en tren, a veces las esperas antes de tomar el avión pueden hacer que las horas de viaje se alarguen mucho. Por eso, y porque cada vez se viaja más, es frecuente tratar de reducir tiempo en el aeropuerto.
Existen algunos trucos que se pueden llevar a cabo para no tener que llegar con tanta antelación a coger un vuelo y que además pueden salvar al pasajero de un apuro si se llega con el tiempo demasiado justo.
Antes del viaje
Los primeros pasos comienzan en casa. Antes de viajar, si se quiere ahorrar mucho, pero que mucho tiempo en el aeropuerto, es imprescindible hacer la facturación online. Además, en muchas aerolíneas es obligatorio si no se quiere pagar un cargo extra. Depende de la compañía puede estar disponible entre treinta días y veinticuatro horas antes. Si solo se lleva equipaje de mano, con el código QR que se genera se puede acceder directamente al control de seguridad.
La preparación de la maleta también es muy importante para ahorrar tiempo en el aeropuerto. Siempre que sea viable, es recomendable viajar solo con equipaje de mano, ya que se ahorra el tiempo de dejarlo en la cinta y de recogerlo después. Es imprescindible ordenar bien la maleta o mochila y llevar en un mismo bolsillo lo que se necesite sacar en el control de seguridad (líquidos en un neceser transparente, equipos electrónicos…).
Durante el viaje
En el momento en que el viajero llega al aeropuerto, también hay algunos trucos para llegar más rápido a la puerta de embarque. Es necesario tener claro dónde está la zona de embarque, por ello, es mejor detenerse un minuto a observar el entorno (especialmente si no se conoce dicho aeropuerto) que empezar a andar y tener que deshacer los pasos más tarde. Ayuda mucho ir atento a todos los carteles para saber siempre que se va por buen camino.
SI se quiere comprar algo y se prioriza ahorrar tiempo, es mejor optar por las máquinas expendedoras, ya que en bares y tiendas entra en juego la rapidez del empleado, si hay colas… En algunos casos, el precio puede ser algo superior, pero sin duda es la forma más rápida de adquirir un producto y seguir el camino. Además, pagar con tarjeta o con el móvil también suele ser más rápido que pagar en efectivo, tanto en mostrador como en máquinas.

Después del viaje
Si lo que se busca es ahorrar tiempo en el aeropuerto de destino, en este sentido juega un papel importante el asiento elegido en el avión. Siempre que sea posible, es mejor optar por un asiento de pasillo en las filas delanteras. Algunas aerolíneas cobran un recargo por elegir asiento, pero según la prisa que tenga el pasajero por salir pronto del avión puede ser interesante optar a ellos.
El mayor tiempo en el aeropuerto de destino se lo lleva la recogida de equipaje, por lo que es imprescindible tratar de no facturar si se desea aprovechar bien el tiempo. La espera por recogida de equipaje puede ser, en muchas ocasiones, superior a quince minutos.
Traslados
Por último, muy importante también es el tiempo que se tarda en llegar desde el aeropuerto hasta el hotel, lugar de la reunión o casa, si es el viaje de vuelta. Aunque lo más tentador sea coger un taxi, por comodidad, herramientas como Google Maps permiten conocer el estado del tráfico en tiempo real. Por ejemplo, en ciudades como Londres, se llega al centro más rápido en transporte público (metro, tren…) que en taxi.
Si hay que avisar al servicio que nos vaya a recoger (transfer del hotel, vehículo VTC…) es mejor hacerlo mientras se recorre el aeropuerto que esperar a estar en la puerta. Así, también informarán del lugar exacto de recogida y no será necesario que el viajero se traslade de un punto a otro, ya que este tipo de servicios no tienen disponible la recogida en cualquier lugar de los aeropuertos.