Este es el comercio más longevo de Tarragona (y uno de los más antiguos de Europa)

Los comercios locales en Cataluña desempeñan un papel fundamental en la vida cotidiana y en la identidad cultural de la región. Desde pintorescos mercados hasta tiendas familiares con siglos de historia; estos establecimientos aportan no solo productos y servicios, sino también un sentido de comunidad y arraigo. Es por eso por lo que estos establecimientos que perduran a día de hoy, después de tantos años, son casi un milagro.

Como este: La Casa Corderet es el comercio más antiguo de Tarragona, el segundo del territorio catalán y uno de los más antiguos de Europa, abierto ininterrumpidamente.

La incursión de los Corderet en el mundo de la cera coincidió con el uso de técnicas innovadoras. Los candeleros de cera desarrollaron formas y volúmenes artísticos que alumbraban templos y palacios de la ciudad. Los Corderet se convirtieron en proveedores de la mitra tarraconense -el arzobispado- y se convirtieron en los candeleros de cera más prestigiosos de la diócesis.

La candela de cera era un elemento exclusivo de la liturgia católica y un sistema de alumbrado que se utilizaba en las casas más ricas. Por eso, hasta la electrificación de la ciudad, que fue en el año 1897, sobre todo los Corderet proveyeron las necesidades lumínicas de las élites locales. Entonces la ciudad creció y la calle Mercería dejó de ser la vía comercial de referencia.

Hace mucho tiempo...

En aquellos años, la calle Major era el eje viario principal de Tarragona. La calle más antigua de Cataluña, trazada sobre el Decumanus del campamento romano de Tarraco y la calle de la Mercería eran su prolongación. Era la calle comercial de la ciudad y los Corderet, en 1751, tomaron el relevo de la actividad de un antiguo obrador de cerería.

La antigua Casa Corderet, con 386 años a sus espaldas, pasó por varios fundadores, de Miquel Martí por Montse Magriñà y actualmente Xavier Pagès.

Su actual dueño, el señor Pagès, apuntó en una entrevista que estas tiendas históricas deberían estar protegidas, ya que en otros países de Europa no pagan el IBI. Con los años se vio en la obligación a diversificarse reorientándose hacia una tienda de ultramarinos, cosa que la salvó de desaparecer.

Si visitas Tarragona tienes que hacer parada obligada en esta maravillosa tienda, que no te puedes perder.