El universo de la antroponimia, más conocido como el análisis de los apellidos, despierta un profundo interés en muchas personas. Y es que anhelamos saber más sobre nuestro pasado. Y los apellidos son una buena puerta hacia tiempos remotos, donde podríamos descubrir quiénes eran realmente nuestros ancestros. En esta ocasión exploraremos dos apellidos catalanes que con muchas posibilidades surgieron de los orfanatos. Dicho de otra forma: si los tienes, te costará encontrar tu auténtico origen.
Los dos apellidos catalanes que surgieron de orfanatos
Aunque una exploración exhaustiva de nuestros apellidos exige tiempo y dedicación, algunos tienen orígenes fácilmente deducibles gracias a sus significados muy evidentes.
Sin ir más lejos, la mayoría de los apellidos en Cataluña hacen referencia a un lugar de procedencia, un sobrenombre o la profesión de los ancestros. Por ejemplo, Fuster o Moliner están conectados a ocupaciones u oficios. Los que finalizan en -ez, como González o Martínez, indican que son 'hijos de', como en Gonzalo o Martín, respectivamente. Y otros, como Deulofeu o Donadeu, reflejan cierto origen social, podríamos decir.
Vamos a indagar más a fondo en los orígenes de Deulofeu y Donadeu porque estos son los dos apellidos catalanes muy vinculados a orfanatos e iglesias. Empecemos por Deulofeu.
Descifrando el enigma del apellido catalán Deulofeu
Para dilucidar el origen de Deulofeu ("Dios lo hizo" en catalán), resulta esencial comprender su concepto: servía para designar a niños abandonados por sus padres al nacer.
Estos pequeños desamparados eran acogidos en orfanatos en Cataluña y, dado que carecían de identidad o procedencia, se les asignaba un apellido que reflejaba su estado, es decir, huérfanos: Deulofeu. Ya que no tenían padres: "Dios lo hizo".
En otras partes de España, existe una suerte de equivalente, Diosdado, y otro término más crudo, Tirado, que señalan la falta de linaje del niño en cuestión. Lo mismo ocurre con apellidos como Expósito, Incógnito o Blanco.
Luego encontramos apellidos que denotan que los niños fueron dejados cerca de iglesias u otros lugares eclesiásticos: De la Iglesia, San Juan, De Dios Cruz, Iglesias o De María, por ejemplo.
En algunas ocasiones, para ocultar el abandono, se les otorgaban apellidos geográficos, como Salamanca, Bilbao o Sevilla, e incluso nombres nacionales como España. También se empleaban apellidos locales para pasar inadvertidos.
En Aragón, se les confería el apellido Gracia o de Gracia, por considerar que sobrevivían gracias a la benevolencia divina.
Pero aún nos queda un segundo apellido catalán por explorar en este artículo.
Descifrando el enigma del apellido catalán Donadeu
Donadeu es un apellido catalán un tanto enigmático. Tiene origen en la composición latina donum Dei, es decir, don de Dios. Algunos expertos aseguran que se les daba este apellido a los niños largamente deseados por sus padres. Es una teoría, no obstante, que cuesta que se sostenga si tenemos en cuenta que lo habitual es que un niño herede el apellido paterno. Así que otros expertos apuntan a que Donadeu era el apellido que se otorgaba a los pobres infantes de padres desconocidos.
A modo de anécdota, uno de los Donadeu más famosos en Cataluña fue Josep Rubau Donadeu i Corcellés, nacido en Figueres en 1841. Murió en Madrid en 1916. Fue un escritor, activista, político y uno de los que firmó el manifiesto de los demócratas socialistas barcelonenses de 1864.