En lo profundo de la pintoresca comarca del Baix Empordà, en la provincia de Girona, se encuentra un rincón mágico que parece haberse deslizado directamente de las páginas de un cuento de hadas o una película de Disney.
Este encantador municipio es Peratallada y destaca por la impecable preservación de su núcleo antiguo, cuyos orígenes se remontan al siglo XI. Su nombre, que significa "piedra tallada" en catalán antiguo, es una alusión clara a los materiales que componen las encantadoras viviendas y murallas que definen el paisaje de esta localidad de ensueño.
Un castillo de cuento de hadas
Las calles empedradas y las construcciones pétreas dan la bienvenida a los visitantes, guiándolos hacia el corazón de la villa donde se alza majestuoso el castillo de Peratallada. Este castillo, epicentro de la antigua baronía de los Peratallada, es un testimonio de la rica historia que fluye por sus piedras.
Las murallas que se elevan entre 4 y 5 metros sobre el terreno circundante revelan la grandiosidad de un pasado que data del año 1065. Coronando el castillo, la torre del Homenaje, con su planta rectangular y almenas, añade un toque de esplendor a la escena. Sólo le faltan las hadas.
Arquitectura y fiesta
Descubrir Peratallada es adentrarse en una travesía arquitectónica y cultural. La Iglesia de San Esteban, una construcción románica del siglo XIII, guarda el sepulcro del Barón Gilabert de Cruilles y desafía la norma al encontrarse fuera de las murallas. La plaza de las Voltes ofrece una paleta de sabores históricos en sus restaurantes y tesoros artesanales en las tiendas locales.
Peratallada no solo cautiva con su arquitectura y gastronomía, sino que también se transforma en un escenario vibrante durante festividades como las fiestas mayores en agosto y el mercado medieval en octubre. Las calles cobran vida con atuendos de época, representaciones teatrales, justas entre caballeros y actividades interactivas para todas las edades.
Cómo llegar
Más allá de las festividades, sumérgete en las calles empedradas de Peratallada para descubrir joyas ocultas como el Portal de la Virgen, la Calle de la Roca, la Plaza del Oli y la Calle Mayor. Estos pequeños rincones ofrecen una experiencia integral, cargada de historia y belleza.
Para aquellos que desean sumergirse en este cuento de hadas, el acceso desde Girona es sencillo. A tan solo 40 minutos en coche, a través de la pintoresca ruta GI-660, Peratallada espera para deslumbrar con su encanto medieval y transportar a los visitantes a un mundo donde la historia y la fantasía se entrelazan.