Revolución en el Pirineo de Lleida. Un pueblo ha decidido cambiar su ubicación. Y no hablamos que se quiere trasladar como el Springfield de Los Simpson, pero sí quiere pertenecer a otra provincia sin moverse del lugar, el Pedraforca.
El pueblo en cuestión es Gósol, un lugar que enamoró a Picasso. Tanto que de allí cambió su estilo hasta convertirlo en el pintor internacional que fue, justo antes de irse a París. Pero esto es otra historia ya contada.
Razones para irse
Lo cierto es que este municipio dice tener razones suficientes para cambiarse de provincia. Para empezar, se trata de la única localidad del Berguedà situado en la provincia de Lleida, algo que, de por sí, ya resulta extraño.
Habla el alcalde
La iniciativa ha salido del alcalde de Gósol, Rafel López (ERC), ha revelado que se han iniciado conversaciones con la Delegación del Gobierno y la Diputación de Barcelona para explorar la viabilidad de esta transición.
El político de Esquerra defiende que Gósol sufre un claro agravio comparativo en comparación con otros municipios del Berguedà, ya que no recibe las mismas ayudas, subvenciones y servicios proporcionados por la Diputación de Barcelona. Un ejemplo las ayudas a través del Consell Comarcal del Berguedà y servicios como el transporte público, que quedan fuera del alcance del municipio.
Diputación de Lleida
Ante este anuncio, Lleida se ha movilizado para revertir la situación. La Diputación de Lleida anuncia un aumento de ayudar a Gósol en 2024 a través de planes de financiación. La voluntad es equiparar con el resto de municipios del Berguedà en asuntos como la asistencia social y la asesoría técnica y jurídica. Pese a todo, desde el organismo estatal avisan que no van a poner impedimentos a la decisión que se tome.
El proceso no se prevé fácil. Un cambio de adscripción provincial requiere una modificación del mapa provincial, y eso implica una tramitación que debe ser aprobada por el Congreso mediante una ley orgánica.
Situación excepcional
Por otro lado, Gósol se encuentra en una posición única porque forma parte de una comarca de Barcelona, es Lleida y, además, tiene un partido judicial en Solsona y depende del obispado del Urgell en asuntos religiosos.
Tal y como afirma el alcalde al diario Segre, la situación de Gósol es "la excepción de la excepción". Por ahora, la iniciativa está lanzada, ahora, hace falta encontrar el consenso de sus 237 vecinos.
El pueblo que enamoró Picasso
Para que no sepa cómo es Gósol, decir que es un municipio lleno de encanto. La terraza ideal para ver el Pedraforca. Podría ser uno más de los cientos de pueblos que desaparecerán de la geografía en los próximos años, pero todavía tiene un hilo que lo ata a la vida gracias a Pablo Picasso.
Tan solo tres meses de 1906 hicieron falta para que el malagueño marcase en rojo el pueblo en el mapa de España, ya que se convirtió en un momento clave en la vida del artista. Allí estuvo con su compañera, Fernande Olivier, con quien tuvo que recorrer el último tramo del viaje con caballos y una mula para llevar la poca ropa que portaba, el caballete, los pinceles y las pinturas que nunca le abandonaban.
Cultura y naturaleza
Pero Gósol merece ser visitado por todo aquel que quiera buscar la misma inspiración que sirvió a Picasso para reinventarse. Las ruinas del castillo, que todavía conserva para parte de la muralla, así como la ermita del Roser y la iglesia de Sant Fracesc de Sorribes merecen una visita, completando la agenda para una escapada de un día.
De querer alargarla, el paraje natural que rodea el entorno, a los pies del Pedroforca, es la mejor opción. De esta forma, Gósol se convierte en un lugar perfecto para los amantes del turismo cultural y del senderismo.