La empresa catalana The Smart Lollipop tiene su origen en la idea ganadora del iFest Dream Big Challenge de Catalunya Emprèn. Una start-up de Girona que nació de un proyecto de estudiantes de máster, en el 2020, y acabó convirtiéndose en una idea revolucionaria.

The Smart Lollipop es un dispositivo médico, no intrusivo, en forma de caramelo con palo (como si fuera un Chupa Chups) que es capaz de detectar múltiples enfermedades con una sola muestra de saliva. Utilizando la tecnología de biosensores capaces de monitorear y controlar el nivel de salud y los riesgos potenciales de los niños. A través del dispositivo, se pueden ver los resultados del diagnóstico en menos de 15 minutos tanto en los lectores electrónicos, como en la plataforma en línea para los equipos de salud.

Diana Ballart, CEO y cofundadora de The Smart Lollipop, afirma que buscan mejorar la experiencia de los pacientes y sustituir, cuando sea posible, una prueba diagnóstica intrusiva como es el análisis de sangre por una que no lo es y que no causa molestias. Paralelamente, también se ahorra tiempo a los profesionales, ya que los resultados de las pruebas están disponibles en menos de 15 minutos.

Estudios, inversión y comercialización del producto 

El dispositivo se encuentra en fase de estudio preclínico y se ha empezado a colaborar externamente con el Hospital Universitario Sant Joan de Reus, que recoge muestras de saliva de niños y, después, la empresa las testea con su lollipop en el laboratorio. Esta colaboración podría extenderse pronto al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

The Smart Lollipop ha recibido el apoyo de inversores públicos y privados. Además de contar con el apoyo de ACCIÓ (Agencia por la Competitividad de la Empresa), la start-up cerró en septiembre de 2022 con una ronda de 320.000 euros que se están destinando a iniciar los trámites regulatorios necesarios para probar y desarrollar completamente el prototipo.

Se quiere empezar a comercializar el producto en España y que llegue a gran parte de los países de Europa y Estados Unidos. La idea es que los caramelos se puedan comprar en las farmacias, sin receta médica y con un precio asequible para todo el mundo. Sin embargo, de momento, habrá que esperar para esto. 

 

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