Rihonor de Castilla y León, también conocido como Río de Onor, es un pueblo famoso por sus dos nombres y su peculiar división entre dos naciones vecinas. España y Portugal comparten la posesión de este territorio, marcado por una frontera invisible que lo separa en "el pueblo de arriba" y "el pueblo de abajo", según la perspectiva de portugueses y españoles. Sorprendentemente, la mayoría de los residentes aquí ostentan doble nacionalidad.
Los encantos de Rihonor
Este encantador enclave, perteneciente al municipio de Pedralba en la provincia de Zamora, Castilla y León (en el lado español) y al municipio de Braganza en el lado portugués, se encuentra en la Serra de Culebra. Es un lugar de peregrinaje para muchos y un oasis de tranquilidad que ofrece una experiencia única: una fusión de culturas que se manifiesta de manera evidente para quienes lo visitan. Además, con un poco de suerte, los visitantes pueden avistar el esquivo lobo ibérico.
Con una población de apenas 70 habitantes, este pueblo ha sido reconocido como una de las siete maravillas de Portugal, lo que ha impulsado el turismo, atrayendo a viajeros de Francia, Alemania e Italia ansiosos por presenciar una comunidad que no reconoce fronteras ni barreras lingüísticas. En este pueblo, donde prácticamente todas las familias comparten nacionalidad debido a múltiples matrimonios, se hablan dos lenguas: el castellano y el portugués, creando una mezcla única.
Peculiaridades
Otra peculiaridad es el uso de dos zonas horarias, ya que España se encuentra una hora por delante de Portugal. Sin embargo, los habitantes sostienen con humor que "nadie mira el reloj aquí; de lo contrario, nos volveríamos locos".
El patrimonio arquitectónico de Rihonor también es notable, con un antiguo molino comunal convertido en un punto de interés turístico. En lo más alto del municipio se erige la Iglesia de Santa Marina, y la antigua escuela, aunque ya no está en funcionamiento, conserva su estructura y ofrece una vista privilegiada de la zona. Un puente romano sobre el río de Onor, en el lado portugués justo a la entrada del pueblo, es otro elemento arquitectónico destacado.
Para aquellos interesados en conocer más sobre la historia del lugar, pueden visitar la 'Casa do Touro', un modesto museo que narra la historia del pueblo. Sin embargo, la mejor manera de aprender sobre la historia es hablar con los amigables habitantes, quienes con entusiasmo comparten todos los detalles.
En cuanto a opciones gastronómicas, solo hay un restaurante en el pueblo, ubicado en la parte portuguesa. 'O Trilho de Onor' ofrece platos caseros y tradicionales con vistas espectaculares junto al río. Con generosas porciones y precios asequibles, el chorizo es una de las delicias más recomendables.