Los castillos y las fortificaciones representan testigos mudos de la historia, custodios de secretos y emblemas de poder a lo largo de los siglos. En España, un país con una riqueza histórica notable, se alza con majestuosidad el castillo de Gormaz, una fortaleza que se encuentra a unas 4 horas de Cataluña (en coche) de origen andalusí que exhibe la grandeza de épocas pasadas y nos invita a explorar la cultura militar medieval.
Erecto a orillas del río Duero en 956 por los árabes, su ubicación estratégica sobre un antiguo castro romano o posiblemente una estructura visigoda habla de la elección meticulosa del sitio. Durante siglos, este lugar fue un paso crucial, ya que el río Duero marcaba una frontera natural entre los reinos de la península ibérica.
El castillo, con su perímetro extenso de 1.200 metros, dominaba la región y cambió de manos en numerosas ocasiones durante un siglo en enfrentamientos entre moros y cristianos, lo cual destaca su gran valor estratégico. Es considerado no solo el castillo más grande de España, sino también uno de los conjuntos fortificados más extensos de Europa.
Situado en la provincia de Soria, en la localidad que lleva su nombre, el castillo de Gormaz fue construido en el siglo X por orden del califa omeya al-Hakam II, en el período del Califato de Córdoba. La estructura de la fortaleza se divide claramente en dos áreas distintas, cada una con su función y características únicas, y su diseño se adapta perfectamente a la cima donde está emplazada.
El castillo, construido con sillería, presenta dos recintos separados por un foso. En la parte este se alza el alcázar, rodeado por muros y torreones robustos. Entre los restos arquitectónicos inferiores, resalta un amplio aljibe abovedado que atestigua la destreza constructiva de la época. Al oeste, encontramos la sección de la fortaleza que albergaba a las fuerzas militares y a la población.
Las murallas del castillo de Gormaz tienen más de 10 metros de altura y se extienden a lo largo de 1.200 metros de perímetro, protegiendo el espacio que solía albergar a las tropas y a los animales. Además de esto, en este espacio se almacenaban herramientas y equipo bélico. La impresionante estructura incluye 28 torreones para fortalecer la defensa del castillo y cuenta con varias puertas de acceso. Destacando entre ellas, la Puerta Califal sobresale en el conjunto, con un arco de herradura enmarcado por un alfiz, un elemento constructivo típico de esa época.
El castillo de Gormaz indudablemente figura como uno de los tesoros históricos más relevantes de España. Su imponente tamaño y arquitectura hacen que su visita sea esencial para todos los interesados en la historia y cultura del país. Paneles explicativos en el castillo enriquecen la experiencia de la visita, y se permite el acceso a las almenas del alcázar, desde donde la vista panorámica de la meseta soriana puede dejarnos sin palabras. Esta es una oportunidad para disfrutar del turismo interior y explorar esta joya arquitectónica que forma parte integral de la historia de España. Gracias a su distancia, su visita es perfecta para una escapada fuera de Cataluña.