Para bien y para mal, el origen de nuestro nombre puede tener un impacto tanto positivo como negativo en cómo percibimos nuestra autoimagen y en cómo los demás nos perciben. Es por ello que los padres catalanes, y del resto del mundo, tienen mucho cuidado a la hora de elegir nombre para sus niños y niñas. Esto ha sido respaldado por un estudio científico llevado a cabo en el pasado, que identificó los nombres que experimentan mayores desafíos en este aspecto. Todos estos nombres comparten un rasgo común: su origen étnico.
A raíz de los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001, un grupo de investigadores estadounidenses emprendió un estudio con el propósito de analizar cómo el nombre influye de manera significativa en la discriminación que enfrentan las personas según su procedencia étnica.
Concretamente, los resultados demostraron que las personas con nombres de origen árabe tenían menos posibilidades de ser convocadas para una entrevista laboral en comparación con aquellas que tenían nombres culturalmente relacionados con grupos étnicos considerados 'blancos' (tal como lo afirma el propio estudio de manera textual). "Descubrimos que un solicitante árabe necesitaba enviar dos currículums por cada currículum enviado por un solicitante blanco para recibir una llamada para una entrevista por parte del personal de contratación", destaca el comunicado de prensa emitido por los investigadores.
"Nuestros resultados sugieren que la diferencia en las devoluciones de llamadas puede ser resultado de la discriminación contra la raza percibida del solicitante por parte del personal de contratación".
Es importante señalar que, aunque los resultados del estudio resultaron convincentes, este se realizó en un momento de gran inestabilidad en el país, en los meses posteriores a los mencionados atentados. Para determinar si estos hallazgos siguen siendo aplicables, sería necesario actualizar los datos en una etapa más reciente.
Este artículo no tiene la intención de menospreciar los nombres de origen árabe en lo absoluto. Estos nombres son reconocidos por tener algunas de las sonoridades más hermosas en el mundo (en catalán suenan excelsos). Además de brindar información, aspiramos a que este artículo ayude a los lectores a comprender que las connotaciones negativas nunca deberían comprometer el éxito ni la autoestima de una persona, sin importar su procedencia o el origen étnico de su nombre. La amplia difusión global que los nombres árabes han experimentado a lo largo de los años refleja la riqueza cultural que enriquece nuestro mundo.
Nombres prohibidos en Cataluña
A modo de recordatorio: no, no es posible registrar a tu hijo o hija con cualquier nombre. El artículo 54 de la Ley del Registro Civil de España, datada el 8 de junio de 1957, detalla los nombres permitidos para un recién nacido. Esta regulación se actualiza periódicamente con el propósito de resguardar a los menores de eventuales amenazas o burlas.
En consecuencia, existen algunos nombres que son mal vistos debido a sus connotaciones negativas o por pertenecer a figuras históricas que perpetraron acciones perjudiciales en el pasado. Algunos ejemplos incluyen: Lucifer, Osama bin Laden, Stalin, Hitler, Loco, Caca y Engendro.
Sin embargo, la normativa no establece nombres específicos; en cambio, estipula que están prohibidos "nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, aquellos que dificulten su identificación y los que puedan llevar a confusión en términos de género".