La Gran Muralla China, indiscutiblemente, se erige como una de las edificaciones más impresionantes a nivel global. Una joya arquitectónica que representa uno de los más grandes legados de la cultura china que disfrutamos en la actualidad. Su construcción se extendió por más de 2.000 años, desde el siglo VIII a.C. hasta el XVII d.C. Alcanzando una extensión de más de 21.000 kilómetros y una altura que ronda los ocho metros, esta maravilla se posiciona como una de las siete maravillas del mundo. Se trata de un monumento inigualable. Sin embargo, en España, se puede encontrar una formación geológica que ha ganado popularidad bajo el nombre de la 'Gran Muralla China de España'.
Si bien el apodo puede parecer ambicioso, ya que no cubre la totalidad del país ni fue construido por manos humanas, es, de hecho, un capricho de la naturaleza. El nombre original de esta formación es Roques de la Villa, y se encuentra anclada en la imponente sierra de Montsec, ubicada en Ribagorza (Huesca). En esta zona se originan los congostos más asombrosos del Prepirineo. Esta estructura cruza el pantano de Canelles y se estima que sus impresionantes paredes datan del período cretácico (hace más de 65 millones de años).
El pueblo abandonado
La Muralla de Finestres, otro nombre que se le atribuye a este fenómeno natural, está conformada por una doble hilera de capas verticales de piedra, resultado de pliegues y erosión de capas de roca caliza. El término "Finestres" proviene de la cercanía del pueblo a esta "muralla". Desde 1960, se encuentra abandonado debido a la construcción del embalse de Canelles. A partir de ese momento, sus habitantes debieron trasladarse, dejando sus viviendas vacías y en un proceso gradual de deterioro.
Los antiguos residentes de la localidad subsistían gracias a la agricultura y la producción de aceite de oliva. Contaban con un molino de aceite, un molino de harina, un lavadero, que aún persisten en el centro del pueblo, una escuela, iglesias, una fábrica de tejas y alrededor de diez casas. La única estructura que se mantiene en buen estado es la casa Cóix, hogar de María del Patrocinio Pena.
Lo que esconde la muralla
Aunque parezca increíble, la muralla de Finestres alberga una ermita en su interior. Esto se debe a que durante la Edad Media, el enclave se utilizó como un sistema defensivo natural. Así, en el siglo XI, Arnau Mir de Tost, el señor de Montsec y el primer señor de Áger, construyó un castillo y una ermita románica en la cumbre más alta de la "muralla".
Esta ermita, conocida como la ermita de San Vicente, es accesible únicamente cuando el nivel del agua del embalse está bajo. Desde allí, se puede disfrutar de impresionantes vistas del embalse en su totalidad. Además, subiendo hasta la ermita de San Marcos, en las afueras del pueblo, es posible contemplar una panorámica espectacular de toda la sierra de Montsec.
Ambos senderos parten de la plaza principal de Finestres y cuentan con señalización adecuada. Además, son recorridos bastante asequibles, aunque es recomendable llevar calzado cómodo para aprovechar al máximo el entorno impresionante.
Cómo llegar
Desde Huesca, el trayecto hasta Estopiñan dura alrededor de 1 hora y 25 minutos por las carreteras A-22 y N-123. Por otro lado, desde Lleida, el viaje tiene una duración aproximada de 50 minutos por la vía N-230.