Cataluña se erige como un destino turístico altamente atractivo. Desde encantadores pueblos rurales hasta villas medievales y metrópolis vanguardistas, tanto visitantes extranjeros como lugareños tienen diversas alternativas para planear una escapada.
En esta ocasión, pondremos la mira en un pequeño municipio a tan solo 40 minutos de Barcelona. Nos referimos a Canet de Mar, un rincón que se distingue por ser custodio de uno de los legados arquitectónicos modernistas más sobresalientes de toda España.
Canet de Mar: Carta de presentación
Situado a unos 43 kilómetros de Barcelona, exactamente en la comarca del Maresme entre Arenys de Mar y San Pol de Mar, se encuentra Canet de Mar, un atractivo municipio costero que ha experimentado un aumento significativo en su población en poco tiempo debido a la expansión del Área Metropolitana de Barcelona. En la actualidad, muchos de sus habitantes, que suman alrededor de 15.000, se dedican a diversas actividades como el turismo, la agricultura (cultivo de fresones del Maresme, almendros, viñas, olivos, floricultura, entre otros) o la industria textil.
Qué ver en Canet de Mar
En el corazón de Canet de Mar se encuentra el imponente castillo de Santa Florentina, una edificación medieval que data del siglo XI y que se erige sobre antiguos cimientos de una fortificación romana. En 1908, Alfonso XIII incluso residió en este castillo, y en 1910, el arquitecto Lluís Domènech i Montaner lo reformó. La fachada del castillo exhibe asombrosas gárgolas esculpidas por Carles Flotats i Galtés. Dentro de sus muros, se alberga una valiosa colección de obras artísticas del siglo XX provenientes de Cataluña. Este castillo también fue uno de los escenarios utilizados en la película "La tabla de Flandes", basada en la novela homónima escrita por Arturo Pérez-Reverte.
El edificio del Ayuntamiento de Canet merece una parada obligatoria. Construido en 1906 como Casa del Pueblo gracias a la familia Golart-Palau, este edificio lleva la firma arquitectónica de Emili Cabanyes. Dentro de sus instalaciones, destaca la sala de Plenos, caracterizada por su elaborado artesonado.
Otro punto de interés es el Santuario de la Misericordia, una obra neogótica erigida en la mitad del siglo XIX. Aunque el devastador incendio de 1936 alteró su interior original, el santuario sigue siendo un punto de referencia. Su entrada está enmarcada por un arco gótico y un rosetón de gran tamaño. En sus alrededores, no es raro ver parejas de novios, ya que este santuario es testigo de numerosas bodas anuales.
Disfrutando del mar
El paseo marítimo de Canet de Mar, bordeado de palmeras y árboles que ofrecen sombra y frescura, es un espacio que se puede disfrutar durante todo el año. Se extiende a lo largo de la costa y conecta con la localidad vecina de Arenys de Mar. Al cruzar un puente de madera, los visitantes se toparán con una escultura que representa a Neptuno emergiendo del Mediterráneo. Asimismo, en este paseo se encuentra una sección con vegetación autóctona del litoral catalán, así como un circuito de ejercicios físicos con seis aparatos a lo largo del recorrido.
Canet de Mar presume de tres playas únicas que atraen a los viajeros que llegan a esta zona del Maresme. Estas playas son la playa de Canet, la playa del Cavaió y la playa del Pla de Sant Crist, también conocida como Roques Blanques. El entrecruzamiento de diversas rieras en Canet de Mar contribuye a la formación de la playa de Canet.
La playa de Canet, con casi dos kilómetros de extensión, es de fácil acceso tanto a pie como en bicicleta. Su calidad ha sido reconocida con la Bandera Azul de la Unión Europea, garantizando aguas de calidad y servicios como vigilancia, duchas, aseos públicos, alquiler de hamacas y equipo náutico, así como pasarelas y un equipo de salvamento.
La playa del Cavaió, con unos 600 metros de longitud y alrededor de 50 metros de ancho, se ubica entre Canet de Mar y Arenys de Mar. Esta playa semiurbana presenta arena de grano grueso y algunas rocas esparcidas. Su acceso es sencillo tanto desde el paseo marítimo como desde la avenida Maresme o desde Arenys de Mar. Dispone de todas las comodidades necesarias para los bañistas, como pasarelas, duchas, baños, chiringuitos, restaurantes cercanos y zonas de para aparcar el coche.
En el límite entre Canet de Mar y Sant Pol, se encuentra la playa de les Roques Blanques, también conocida como playa del Pla de Sant Crist. Aunque su arena es algo gruesa, las rocas que adornan la playa le otorgan un encanto especial. Se puede llegar a ella caminando desde la contigua playa de Canet o a través de un paso subterráneo de la A-2, donde se puede aparcar el vehículo.