España es uno de los escasos países en Europa (no el único por eso) donde las persianas adornan la mayoría de las ventanas residenciales. Y, evidentemente, en Cataluña no somos una excepción. Varias razones explican este fenómeno, entre ellas, las influencias culturales y las condiciones climáticas, que distinguen a España del resto de Europa. Mientras que aquí predominan las persianas, en lugares como Reino Unido, es frecuente hallar estores o cortinas en las viviendas.
Es cierto que, en comparación con otros países europeos, España disfruta de más horas de luz solar anualmente. Las persianas frecuentemente actúan como barreras contra el intenso calor, permitiendo regular la temperatura interior, además de otros métodos como ventiladores o aires acondicionados. No obstante, si el calor fuera la única razón, pocas serían las ocasiones en que las persianas se cerrarían durante la noche.
De acuerdo con la especialista en diseño de interiores, Caroline Jurgens, de origen holandés, "en España existen aún costumbres de la cultura árabe muy enraizadas, de vivir para dentro de la casa y tener lo bonito en el interior, como los patios, y mirar a través de las celosías". Esta visión del hogar contrasta con la perspectiva de países protestantes europeos, influenciados por el calvinismo, señala Jurgens. En estas culturas, "la ausencia de persianas (o tener las cortinas descubiertas) simboliza una voluntad de transparencia y una señal de que no hay secretos", afirmó la diseñadora a El País.
En Europa, la vertiente protestante del cristianismo tiene una fuerte presencia. Esta defiende un "contacto directo con Dios sin intercesores", señala el sociólogo Juan Carlos Barajas en su blog. Bajo esta perspectiva, Barajas sostiene que los protestantes sienten que si solo Dios puede juzgarlos, poco les preocupa el juicio de los demás. En esta corriente, "no existe temor a la ostentación" y "la pobreza no se ve como una deshonra", por ende, no ven necesidad de esconder ambas realidades.
"La ética católica", indica Barajas, "implica una mayor inquietud por la percepción pública y por mostrar un comportamiento ejemplar conforme a las expectativas sociales". Así, es común aislarse del mundo exterior "para actuar sin el escrutinio ajeno", apunta el sociólogo.
En palabras del experto, ambas perspectivas "representan maneras de preservar la buena imagen". Por un lado, a través de la "reserva" y, por otro, mediante la "claridad". Sin embargo, en ambos escenarios, "existe una subordinación al juicio social", finaliza. ¿Estás de acuerdo con estos puntos de vista o crees que en Cataluña usamos tanto las persianas por otro motivo?