Las labores en marcha en las inmediaciones de la Rambla de Barcelona continúan revelando curiosidades y desvelando indicios de un pasado que hasta el momento estaba oculto, no lejos del célebre monumento a Colón. El equipo de profesionales que actúa en el lugar no cesa de descubrir evidencias arqueológicas clave para comprender cómo era la metrópolis central de Cataluña antes de la creación de su más icónico y archiconocido bulevar.
El trabajo ha desenterrado varios segmentos del Semibaluarte de Drassanes y de los Cuarteles de les Drassanes, defensas modernas de finales del siglo XVIII vitales para la protección de la urbe. Además, se han encontrado vestigios del viejo convento de Sant Francesc situado en la región inferior de la ciudad. Y por si fuera poco, se ha registrado una ancestral noria de roca que proveía de agua subterránea a los vergeles del convento (s.XIII-s. XVIII), que con el tiempo se integró en el semibaluarte.
Los trabajos en esta sección están mostrando descubrimientos aún más antiguos, en específico, vestigios de la muralla medieval (s. XIV), el canal principal de la primera renovación de las Ramblas de finales del s. XVIII y diversas moradas medievales, precisamente en la faceta interna de la muralla medieval, con una fuente decorativa incluida. Han emergido además pedazos del viejo muro de la fachada de las Reials Drassanes (s. XVII).
¿No te suena el convento de Sant Francesc? Este lugar estuvo activo entre el siglo XIII y el XIX, y los vestigios recientemente encontrados ayudarán a recrear mentalmente sus jardines y las áreas agrícolas contiguas que se extendían hasta la zona baja de la Rambla de Barcelona.
Se estima que las labores relacionadas con la parte inferior de la Rambla concluyan en la primavera de 2024. El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento registrará, fechará y salvaguardará las evidencias arqueológicas que se vayan encontrando durante la operación.
Al finalizar todos los trabajos en la Rambla de Barcelona, los hallazgos arqueológicos se cubrirán con una capa protectora de sablón y tierra para su conservación. Con este procedimiento se resguardarán los descubrimientos que quedarán a disposición y señalizados para acciones futuras. Quizás no tardemos en poder disfrutar de ellas en algún museo, exposición o zona habilitada adecuadamente para su contemplación y disfrute.