Los retos actuales de educar a nuestros hijos exigen habilidades más creativas para los padres de hoy en día, sobre todo en comparación con épocas pasadas. En el contexto actual, conciliar las demandas laborales y las responsabilidades familiares se torna una tarea compleja, dificultando la presencia constante de un adulto al cuidado de los niños. Aunque algunas familias podrían experimentar un alivio tentador al considerar la opción de dejar a los niños en casa sin supervisión, es crucial tener pleno conocimiento de los límites legales que enmarcan esta cuestión. O, dicho de otro modo, ¿a qué edad ya es legal dejar a los niños solos en casa en Cataluña?
Desde una perspectiva legal, la normativa española no establece una edad específica en la cual los hijos puedan quedarse sin supervisión en el hogar. Sin embargo, el artículo 172 del Código Civil de España establece que "la Entidad Pública a la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la protección de los menores constate que un menor se encuentra en situación de desamparo, tiene por ministerio de la ley la tutela del mismo y deberá adoptar las medidas de protección necesarias para su guarda, poniéndolo en conocimiento del Ministerio Fiscal".
En el mismo artículo se define el desamparo como la situación en la que "se produce a de hecho o a causa del incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de menores, cuando estos queden privados de la necesaria asistencia moral o material”.
En otras palabras, si la Justicia determina que existe desamparo y que un menor, debido a su falta de madurez, no está bajo la supervisión adecuada de un adulto responsable, podría desencadenarse un proceso legal que desembocaría en la pérdida de la patria potestad o la revocación de la tutela ordinaria.
Cuando esta situación de desamparo no es momentánea, sino que persiste durante un período razonable (generalmente alrededor de 30 días), podría conllevar acusaciones de abandono de hogar, según lo estipulado en el artículo 229 del Código Penal. Este artículo establece que "el abandono de un menor de edad por parte de la persona encargada de su guarda, será castigado con la pena de prisión de uno a dos años” (...) Y “si el abandono fuere realizado por los padres, tutores o guardadores legales, se impondrá la pena de prisión de dieciocho meses a tres años".
A pesar de sonar como situaciones excepcionales y poco comunes, lamentablemente no lo son tanto. Conforme a los datos presentados en el informe "Incidentes Involucrando Niños en la Población Española", elaborado por la Fundación Maphre y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, el 5 % de los menores de 12 años que quedan solos en casa tienen menos de cuatro años.
Ahora bien, y volviendo la cuestión clave del presente artículo: ¿Cuándo es apropiado dejar a nuestros hijos solos? La mayoría de los expertos concuerda en que, en general, la decisión debería plantearse al propio hijo cuando tenga entre los 9 y los 12 años, aunque al final del día, son los padres los encargados de evaluar, basándose en la madurez y responsabilidad de sus hijos, cuándo es el momento adecuado para esta transición hacia una responsabilidad más adulta, por así decirlo.