La salud y la eficiencia energética en nuestros hogares cada vez es más importante para los organismos. Es por ello que la Unión Europea ha establecido una serie de regulaciones orientadas a prohibir la comercialización de ciertos objetos de uso diario que contienen componentes nocivos y carecen de eficiencia en términos de consumo energético.
En lo que respecta a sustancias nocivas, la Unión Europea 'atacará' el mercurio con estas nuevas regulaciones. Y algunos de los objetos cotidianos que seguramente hay en muchos hogares de Cataluña, y que utilizan mercurio, son los tubos fluorescentes T5 y T8. A partir del 24 de agosto de 2023, estos dispositivos ya no podrán ser objeto de comercialización en los países miembros de la Unión Europea.
Además, otros objetos cotidianos cuya comercialización quedará estrictamente prohibida serán las lámparas halógenas de pines (G4, GY6.35, G9). Estas no podrán comercializarse a partir del 1 de septiembre de 2023. Estos dispositivos luminosos son habituales en espacios como cocinas y baños, pero se caracterizan por su ineficiencia en términos de gasto energético.
Las restricciones que aplicará la Unión Europea a partir de estas fechas, no implica que debas descartar inmediatamente estos productos de tu hogar. No obstante, es recomendable explorar opciones alternativas más seguras y eficientes en el ámbito energético. Por ejemplo, en lugar de recurrir a los tubos fluorescentes, se recomienda optar por iluminación LED: consume menos energía y carece de sustancias nocivas como el mercurio.
Por si no lo sabías, tanto el mercurio elemental como el metilmercurio son nocivos tanto para el sistema nervioso central como el periférico. La exposición al vapor de mercurio por inhalación puede resultar perjudicial para los sistemas nervioso e inmunológico, así como para el aparato digestivo y los pulmones y riñones, pudiendo conllevar en ocasiones consecuencias muy graves.