Se están instalando durante este verano unos 28 radares en Cataluña, concretamente en la ciudad de Barcelona que no son como los demás. Se trata de radares pedagógicos o, en otras palabras, radares que no multan. Con respecto a la presentación, tienen un aspecto similar al de los radares normales, con una caja negra y dos lentes en su interior. La función de sus cámaras es registrar la velocidad y mostrarte cuando pases el semáforo de turno.
¿Cuál es el objetivo de estos radares si no te van a multar? La clave está en el término "pedagógico". Lo que pretenden estos radares es ayudarte a ser consciente de si habitualmente superas o no el límite de velocidad permitido. El mensaje visual que transmiten es muy claro: carita contenta si has acatado las normas y una triste si estás conduciendo más de lo normal.
Hay una "trampa" y es que estos radares pedagógicos no avisan de que no multan. De esta forma, existe un factor disuasorio: es muy posible que muchas personas, al ver el aviso de las caras, se asusten y decidan conducir según los límites permitidos.
En el momento de la publicación de esta noticia ya se habrían instalado 12 de los 28 radares. Para más inri, estos radares se están instalando en zonas escolares de Barcelona para preservar la seguridad de los más jóvenes. Por ejemplo, uno se encuentra en un semáforo de la Travessera de Dalt-Verdi.
No es el único método disuasorio que se está instalando este verano en carreteras españolas para evitar descontrol al volante. Por ejemplo, la Dirección General de Tráfico ha instalado cámaras que vigilan aquellos coches que se saltan un STOP o una línea continua. O se han instalado radares escondidos llamados Veloláser. ¿Crees que te ayudarán estos radares pedagógicos a ser más consciente de lo rápido que conduces?