Este verano Cataluña ha alcanzado temperaturas de récord, con el mercurio disparado hasta los 45,3ºC en el Empordà (Girona). Con este escenario, muchos catalanes han recurrido a refugios climáticos y a las piscinas municipales para huir del calor abrasador. Para evitar indisposiciones, también es importante la hidratación. Pero ¿es peligroso beber agua muy fría cuando hace tanto calor?
Aunque beber agua, infusiones o café ayuda a mantener una hidratación correcta, muchos recurren a estas bebidas muy frías, con hielo o granizadas como aliadas contra el calor. Aunque en un primer momento pueda parecer que esto ayuda a reducir la temperatura, el contraste no favorece al buen funcionamiento del organismo.
Los riesgos de beber agua muy fría
Lo recomendable, apuntan los expertos, es tomar las bebidas del tiempo o frescas, pero no demasiado frías. De lo contrario, el cuerpo debe trabajar en exceso para regular la temperatura del cuerpo, debido a la diferencia térmica que existe en relación al líquido. Algo que no sucede con el consumo de bebidas a temperatura ambiente o calientes, que favorecen la digestión.
Algunos estudios van un paso más allá y señalan que beber agua muy fría puede provocar dolor de cabeza en personas con migraña activa. Otras investigaciones revelan que las personas con enfermedades que afectan al esófago, o al conducto alimenticio, como la acalasia, pueden exponerse a riesgos adicionales en caso de beber líquidos muy fríos.
Los beneficios
Así las cosas, en algunos casos esa práctica puede ser recomendable. En el caso de los deportistas, por ejemplo, el consumo de agua fría evita de forma efectiva el incremento de la temperatura corporal. Además, algunos estudios revelan que beber agua muy fría durante el ejercicio puede mejorar el rendimiento y a la resistencia física.
También existe la creencia de que beber agua fría puede favorecer la pérdida de peso, pues ayuda al cuerpo a quemar calorías para restablecer la temperatura. No obstante, la diferencia de consumo de calorías entre beber agua fría y a temperatura ambiente no es muy reseñable.
Sea como fuere, beber agua fría durante el verano es una excelente manera de mantenerse hidratado y refrescarse en medio del calor, dado que las elevadas temperaturas hacen que sudemos y perdamos agua y electrolitos.