Una familia ha pasado los últimos tres años de su vida viajando desde Madrid hasta Nepal. La carretera se ha convertido en su hogar y en su escuela durante este tiempo, ya que sus hijos tienen 10 y 12 años.
"No buscábamos un destino, sino una forma de vida nómada con la casa a cuestas", explica Bel para las Jornadas de los Grandes Viajes que se celebra ahora en la capital y en la que se reúnen trotamundos que han realizado viajes extraordinarios.
Ruta y parones
La familia al completo, madre, padre, hijos y perro incluido, partieron justo antes de que estallara la pandemia, en febrero de 2020. Pensaron que les llevaría poco tiempo, pero finalmente el covid les retrasó todo lo que tenían pensado. Sin embargo, viajaron por Laponia, Polonia, Rumania, Bulgaria, Grecia y Turquía, entre muchos.
No obstante, aseguran que no tenían una ruta fija: "Un poco según nos impulsaba el corazón". Eso sí, las restricciones en las fronteras hicieron que tuvieran que retrasar su viaje. De hecho, estuvieron viviendo cuatro años en Irán por eso.
Experiencias únicas
Con todo, no han parado de trabajar durante todo el viaje, de lo suyo y de profesores de sus hijos: "Probamos todo lo que se nos ocurría y hubo momentos de duda y miedo, pero lo que les ha enseñado el viaje no lo aprende mucha gente con estudios en una vida entera".
Una de esas experiencias es cuando cruzaron la frontera entre Irán y Pakistán. "Te deja con la boca abierta, pese a que ya llevas tiempo de viaje y has visto muchas cosas". Sin embargo, aseguran que la vuelta es dura: "Para la gente que te rodea han pasado tres años, pero para tí ha sido una vida entera. No somos las mismas personas que nos fuimos".