Parece un chiste, pero no lo es. Un hombre se fuga de una cárcel disfrazado de oveja y lo atrapan en un pasto de Bolivia. Lo hizo, precisamente, para intentar pasar desapercibido en la zona rural alrededor del recinto.
Sin embargo, no lo consiguió. Los guardias encontraron al fugado tendido en medio de los pastizales. Una estampa singular, pues el prisionero tenía puesto en su espalda un cuero de oveja, con el que pretendía pasar desapercibido en aquel paisaje rural, para después escapar con mucha más calma.
Vuelve a prisión
El hombre, conocido popularmente como Araña, pudo fugarse del centro penitenciario de Chonchocoro por uno de sus muros del perímetro externo. Lo hizo aprovechando una noche de fuertes lluvias y escasa visibilidad para despistar a la seguridad. No obstante, se dieron cuenta rápidamente de su ausencia y activaron el plan de búsqueda.
Después de que los guardias lo volvieran a capturar, la dirección general del Régimen Penitenciario ha expresado en un comunicado que iniciarán "acciones legales y disciplinarias contra el interno". A su acusación de homicidio, delito por el que se le metió en la cárcel inicialmente, se le sumarán más condenas por esta fuga.