Un novio dejó plantada a su chica horas antes de su boda, pero ella decidió seguir con la fiesta. El 15 de septiembre iba a ser el mejor día de la vida de Kayley Stead junto a su chico, pero Kallum Norton decidió terminar con la relación. 

La joven se preparó durante el tan esperado día: vestido, peinado, maquillaje... hasta que sonó el teléfono y recibió una llamada de su futuro suegro. "Soy el papá del novio. Llamo para decirte que él está bien, pero no va a venir. Lo siento pero está a cuatro horas de distancia", sentenció el hombre.

El amor propio

Kallum Norton se había agobiado con el compromiso y decidió huir por patas. Se fue a dar un paseo para despejarse y nunca más volvió. En ese momento, la novia se puso a llorar desconsoladamente durante más de una hora. Sin embargo, finalmente decidió seguir con la fiesta: "Lo haré".

La joven admitió que se había dejado mucho dinero en los preparativos del festejo: "Había gastado todo este dinero, esperaba con ansias la comida, un baile con mi papá, pasar tiempo con mi familia, entonces, ¿por qué no?". Fue entonces cuando entendió que "no necesitaba el amor de otra persona para ser feliz".