La familia de Miguel López ha cumplido la última voluntad del fallecido en Vilches (Jaén). El hombre, muerto a los 73 años, había pedido que en el cortejo fúnebre, durante el camino del tanatorio hasta la iglesia, sonara en directo el pasodoble de Paquito el chocolatero.
La canción fue interpretada por la charanga del pueblo, que asegura que era la primera vez que recibían esta propuesta. Miguel Parra, uno de los integrantes del grupo, ha asegurado para la Ser que "la petición era muy sencilla" y que el fallecido quería "que la gente estuviese de fiesta y alegre en su entierro".
La propuesta
La agrupación, de nombre El Posturón, contó con nueve de sus diez músicos. "Era un caso muy especial. Hicimos lo imposible por tocar porque era importante para la familia. El concepto y el mensaje que se lanzaba de enfrentar el duelo de otra manera nos gustó", han añadido para el citado medio.
La charanga acompañó a los restos de Miguel con pasodobles como Campanera, Gato Montés y Nerva desde el tanatorio hasta la iglesia de la plaza del municipio, para después terminar en el cementerio. "Por petición de la familia entramos dentro del cementerio, tocamos mientras metían la caja en el nicho. [...] La forma de tocar los pasodobles no era la misma que en las fiestas. Lo hicimos lo más formal, intentando no hacer un circo, que fuera solemne", explicó el músico.