El poliamor cada vez está más presente en la vida de las personas. Taya y Sean Hartless y Alysia y Tyler Rogers son dos parejas que, después de conocerse, surgió el amor y decidieron mudarse juntas a un mismo hogar. Su relación fue a más y, poco después de vivir en conjunto, las dos mujeres se quedaron embarazadas casi al mismo tiempo.
Los enamorados tuvieron dos bebés entre los cuatro y decidieron no interesarse por quién era el padre biológico de cada uno de los bebés. Ahora, esperan que sus hijos los vean cómo dos madres y dos padres. De hecho, las parejas ya tenían hijos desde antes de iniciarse en el poliamor y esos niños ya reconocen la nueva relación.
Reglas del poliamor
Las dos parejas se conocieron por internet en 2019 cuando buscaban nuevas aventuras. Aunque al principio les costó aceptar el amor que habían sentido los unos por los otros, terminaron admitiéndolo, mudándose a una misma casa y practicando el poliamor. Taya desveló en el South West News Service que, desde que se mudaron juntos, todos son padres compartidos de los niños, conformando “una gran unidad familiar”.
Ninguno tiene citas con otras personas fuera del hogar, intentan reunirse los cuatro juntos al menos una vez al mes y tienen algunos encuentros individuales de vez en cuando. Asimismo, las dos mujeres cuentan con su propia habitación y los hombres noche a noche van rotando de cuarto.
Gran familia
Todos llegaron al acuerdo de que no cuestionarían de quién era cada bebé. Alysia quedó embarazada en agosto de 2020 y Taya en marzo de 2021. “No sabemos y no queremos saber, dijimos que todos seríamos padres para todos ellos”, explicó Taya. Ella se encarga de cuidar a todos los pequeños, ya que se queda en casa mientras Alysia, Tyler y Sean están trabajando.
“Muchas personas realmente no entienden el poliamor y piensan que es desviado o perjudicial de alguna manera. Es cierto que no siempre fue fácil, me tomó un tiempo admitir que tenía sentimientos por otra persona, y definitivamente a veces nos ponemos celosos”, admitió Taya, aunque asegura que sus hijos viven su relación de forma “natural”.