La nueva ley de Tráfico, en vigor desde el 21 de marzo, se estrenará a gran escala este fin de semana con el inicio de la operación salida de Semana Santa. La nueva norma pone el foco en agravar las sanciones previstas para aquellos comportamientos que generan mayor riesgo durante la conducción y para ello, la Guardia Civil ha ideado un dispositivo con el que pillar desprevenidos a los conductores.
Para captar el mayor número de infracciones posibles al volante, el instituto armado ha desplegado por toda la geografía española, a excepción del País Vasco y Cataluña, un gran arsenal de furgonetas, drones y radares. Se suman también a este amplío dispositivo los 13 helicópteros de los que dispone la DGT (10 de ellos con el sistema vigilancia Pegasus).
Despliegue por tierra y aire
A pie de tierra, se incorporan las nuevas furgonetas camufladas. Unos vehículos que forman parte del nuevo mecanismo de vigilancia y que solo en Galicia son capaces de poner 30 multas al día. De hecho, ha sido en la autonomía norteña, donde una conductora ha sido interceptada maquillándose mientras conducía.
Lo hacía con el bolso abierto en el regazo y retocándose el afeite haciendo uso del espejo retrovisor, algo que está totalmente prohibido. Sin embargo, este no es el único mal comportamiento que han detectado los policías en estos últimos días, ni mucho menos el más común.
Las infracciones más recurrentes
El primer lugar de las faltas al volante se lo lleva hacer uso del teléfono móvil mientras se circula. Un gesto que con la nueva ley está sancionado con una multa de 200 euros, además de la pérdida de 6 puntos del carné.
Otras de las infracciones son por no llevar el cinturón o incluso por pintarse los labios sin darse cuenta de que el coche que se encuentra en el otro carril es una patrulla de la guardia civil. El principal objetivo de todas estas medidas es contradecir al Big Data, que tras analizar diversos parámetros, estima que 36 personas perderán la vida en las carreteras españolas durante la Semana Santa.