Virginia Torrecilla ha vuelto a pisar el terreno de juego dos años después de que fuera diagnosticada de un tumor cerebral. En su regreso a la competición, lo primero que ha hecho la centrocampista del Atlético ha sido besar el césped, un gesto de gran valor sentimental que ha erizado la piel a todos los presentes.
Emocionada, y en vísperas de disputar el enfrentamiento de semifinales de la Supercopa d’Europa contra el Levante, la joven mallorquina se ha atado de nuevo las botas en la Ciudad Deportiva de las Rozas (Madrid), sede de la Selección Española y donde tantas veces entrenó: "Es un privilegio estar aquí. Lo primero que he hecho ha sido besar el césped", ha reconocido a los medios de la RFEF.
Nuevas sensaciones
A pesar de que ya lleva tres meses entrenando con normalidad, Virginia ha confesado que no es la misma de hace casi dos años: “Es algo bonito y especial. Poco a poco voy cogiendo ritmo y esto es lo que me hacía falta”, ha explicado.
Antes de terminar, Torrecilla ha aprovechado para agradecer todas las muestras de apoyo recibidas, especialmente las que le ha brindado su equipo: "Es un placer y un orgullo. Gracias por siempre tenerme en mente".