Carolina Herrera tiene 24 años, estudió Derecho y está a un paso de convertirse en una de las juezas más jóvenes de España. El 15 de octubre de 2021 se presentaba ante el Tribunal Supremo para presentarse a las oposiciones.
“Cuando la presidenta me dijo que había aprobado no reaccioné, no me lo creía, y mi madre se puso a llorar”, asegura la joven de MálagaMálaga. Ahora, sólo le quedan dos años en la Escuela Judicial para alcanzar su sueño.
Inicios universitarios
Hija de asesores fiscales no tenía claro si apostar por un doble grado, pero apostó por el de Derecho. Estaba entre ser fiscal o jueza y a medida que pasaban los años tuvo claras sus preferencias.
Tras las recomendaciones de una amiga, fue a un preparador para las oposiciones. Era 2019 pero el método lleva su tiempo. “Al principio no te puede meter una carga de estudio muy grande porque no estás acostumbrada. No es lo mismo que en la carrera, es bastante más exigente”, revela a Málaga hoy.
Superación y esfuerzo
Mientras la media de las personas que pasan las pruebas dedica entre cuatro o cinco años de preparación, Herrera lo consiguió en dos para estudiarse los 280 temas del programa. Su secreto asegura que fue “constancia, esfuerzo y estudio”. Así como despejarse con el deporte y el respaldo de sus amistades.
Tras celebrar su aprobado lo compartió con la familia y allegados, ahora Carolina prosigue sus estudios en la Escuela Judicial de Barcelona para obtener el título de jueza. ¿Su objetivo? “Ayudar a la sociedad y ser consciente de la labor que desarrollamos como servicio público, así como tratar de solventar los problemas que se presentan y servir como herramienta para la sociedad”, asevera.