José María tiene 78 años. Durante los últimos siete años ha dormido en su coche a causa de su situación económico y desde esta Navidad por fin duerme bajo el techo de su propia casa.
El hombre, que vive en una finca en el barrio de Santa María de Cádiz, se quedó viudo y recibe una precaria pensión que apenas le da para comer y pagar un préstamo. Un hecho que le llevó a decidir trasladarse a su querido pero algo incómodo Volvo azul.
Solidaridad
José María es conocido en el barrio. El pasado noviembre la asociación Somos Cádiz elevó el caso a público para que la Administración interviniera. Lo hizo a los 10 días. Técnicos de Asuntos Sociales del ayuntamiento estudiaron su caso y le alojaron en un hostal.
La intención, por eso, es que esta persona mayor, que tiene su propia casa, pudiera regresar a ella y lo han logrado. El promotor Agustín Rubiales, que ya ha entregado una decena de viviendas a personas necesitadas, ha hecho lo propio con este caso.
Bienvenida
El afectado y el empresario firmaron el contrato el pasado 22 diciembre. Un día en el que José María sintió que le tocó la lotería. Con la cabeza bien alta y la espalda algo curvada de tantas horas en el coche, entraba su casa donde lo esperaron todos los que han hecho posible su retorno. “Bienvenido”, se leía.
Con la voz y las manos temblorosas de la emoción agradeció su gesto a Rubiales y le emplazaba a un nuevo encuentro: “Nos veremos en la oficina, que tenemos que charlar un poquito”. La alegría reina en el Cádiz por Navidad.