Esta es la conmovedora historia de la boda de Lourdes Lafuente y Juan Manuel Fontenla. Un enlace celebrado en la habitación 357, del área de Oncología, en el Hospital Provincial de Pontevedra (Galicia).
A ciencia cierta, seguro que no fue el enlace soñado por esta pareja de Caldas de Reis, que tras 28 años de relación, dos hijos y tres nietos, se dieron el “sí, quiero”: ella, con una bata de hospitalización, y él, con una camisa blanca.
Cáncer de pulmón
Lourdes, de 54 años, se encuentra sometida a un extenuante tratamiento contra el cáncer de pulmón que padece. Una enfermedad que le fue diagnosticada meses atrás y por la cual ahora ha tenido que ser hospitalizada de urgencia para someterse a una intervención quirúrgica, derivada de una complicación.
La mujer, que hasta hace unos años era conductora de autobús, declara a La Voz de Galicia que durante mucho tiempo pensaron en casarse, sin embargo, nunca llegaron a cumplir su sueño: “Ahora, estando yo así, si que nos apetecía hacerlo para tener todos nuestros papeles arreglados”, revela.
La boda
Para su sorpresa, fue en el mismo centro hospitalario donde encontraron la colaboración de un asistente social, que les agilizó el trámite para que la pareja pudiera celebrar sus esponsales cuanto antes. Tan solo les hizo falta esperar unos pocos días para tenerlo todo a punto. A través de una videoconferencia, una funcionaria del registro civil les convirtió en matrimonio con la presencia de dos testigos: el propio asistente social del hospital y una prima de la familia.
Tras convertirse en marido y mujer, Juan se bajó a la cafetería mientras que Lourdes se quedó descansando. Al poco rato, él subió a la habitación con un postre especial. Según su testimonio en el rotativo gallego, ahora ambos esperan poder salir juntos de la mano para celebrarlo con su familia. Mientras tanto, contemplan una fotografía junto a sus nietos que les acompaña en la mesita del hospital.