Cuando, como consecuencia de la pandemia llegó el teletrabajo forzoso en muchos casos, no fueron pocos los que tuvieron que tirar de imaginación para hacerse con un hueco en casa donde desempeñar su jornada laboral. Y, en ocasiones, la falta de espacio en algunas viviendas hizo que empezara a proliferar el sorprendente uso de escritorios para trabajar de pie (mucho más compactos que los convencionales).
Este modelo de trabajo puede generar dudas, pues la polémica está servida en cuanto a si es recomendable usar estas mesas altas, y si son realmente saludables al estar tantas horas en la misma postura,de pie sin sentarse. Pero, antes de conocer los beneficios que aportarían este tipo de escritorios, conviene saber también los riesgos aparejados a estar en una silla todo el día, así como pasar largas jornadas en pie y sin apenas moverse de un lado a otro.
Cuestión de salud
En muchos trabajos una persona se pasa horas y horas sentada frente a un ordenador y esta misma postura, a la larga, puede acabar afectando a las articulaciones pero, también, a la salud y calidad de los músculos, la posición de la cabeza o la ergonomía natural de la propia espalda. Así, si no se hacen los descansos necesarios cada cierto tiempo o no se practican algunas rutinas de ejercicio y relajación, al final el cuerpo sufre estando tantos días y semanas en una silla sin apenas moverse.
De la misma manera, todos aquellos que trabajan de pie también sufren las consecuencias a nivel de salud de estar tanto tiempo sin poder descansar en una silla. Y es que el cuerpo humano no está preparado para permanecer horas y horas en esa postura erguida, por lo que puede ocasionar patologías como fatiga y tensión muscular, inflamación en las venas previa a la aparición de varices, molestias en las articulaciones y daños en tendones y ligamentos como recuerdan los profesionales del grupo Quirón Salud desde su web, Quirónprevención.
Ventajas de los escritorios de pie
Un escritorio de estas características tiene sus ventajas, ya que no se está sentado tanto tiempo como recuerdan en la Sociedad Americana Contra El Cáncer, siempre y cuando se usen con las recomendaciones que se especifican en cada caso: alternar esos momentos de pie con otros ratos sentados en una silla, adaptando la altura de esa mesa a la talla de cada persona y el movimiento natural de cada persona y con la pantalla a una altura y distancia correctas para que no obligue a bajar el cuello y con ello sufran las articulaciones.
Además, no conviene cuando se usen este tipo de espacios de trabajo, permanecer todo el rato inmóviles y estáticos sino mover cada cierto tiempo el cuerpo, así como otras partes que puedan quedar entumecidas como es el caso de los pies, las piernas o las rodillas. Por último, no conviene olvidar mantener la cabeza recta y erguida, la espalda recta, el pecho alto y los glúteos apretados para que el cuerpo no se resienta cuando uno está de pie.
Consejos para aprovechar estas bondades
Sabiendo de antemano los beneficios de estos escritorios sin silla y si uno tiene en mente comprar uno para la improvisada oficina de su salón, no está de más que sepa algún que otro consejo más sobre todo a la hora de adoptar buenos hábitos de ergonomía: los codos se colocarán en ángulo recto con respecto al teclado y al ratón y las muñecas reposarán sobre la mesa.
También la indumentaria es clave en este caso, sobre todo en lo referente a los pies. Así pues, el calzado debe ser lo más cómodo posible sin que llegue a ser plano del todo o tenga un tacón excesivo. Es más, incluso en ocasiones se puede alternar el trabajar descalzo (no son pocos los beneficios que trae el quitarse los zapatos y los calcetines de vez en cuando para la salud) con otros momentos en los que se use una almohadilla para descansar las plantas de los pies.
Rutina de ejercicios
Tanto si el ritmo laboral se sigue sentado como si la jornada completa requiere estar de pie, una buena idea de cara a mejorar la salud de las articulaciones y los músculos es hacer algún que otro ejercicio en los periodos de descanso que se hagan cada dos horas. Unos minutos para despejar la mente y activar todo el cuerpo.
Entre esos ejercicios está el estirar la espalda con los brazos hacia arriba o hacia los lados, caminar un poco por casa para liberar la tensión que pueda haber acumulada en la cadera, mover en rotación los pies y los tobillos y practicar movimientos circulares para destensar tanto el cuello como la zona de las cervicales. Incluso practicar algunos asanas de yoga o ejercicios de pilates pueden ser muy favorables para el cuerpo en este caso.