Según la Real Academia Española de la Lengua, una fobia se puede definir como la aversión exagerada a alguien o a algo, o dicho de otro modo, un temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión como consecuencia de esos miedos irracionales.
Se trata, por tanto, de situaciones que puede que sean compartidas por mucha población, como la fobia a las alturas o a quedarse encerrado (por ejemplo) en un espacio pequeño como por ejemplo un ascensor. Sin embargo, hay otras desconocidas para la mayoría y que en algunos casos se trata de trastornos poco comunes, pero no por ello inventados.
Turofobia
Los verdaderos amantes del queso quizá no conozcan esta extraña fobia que recibe este particular nombre. En este caso, quienes padecen esta afección en forma de trastorno tienen un miedo irracional a este tipo de alimento lácteo. Puede parecer curioso a simple vista, pero existen personas que no lo pueden ver y ni siquiera estar en contacto con un queso; y aún menos ya comérselo.
El origen de este raro temor es que en el pasado, estas personas han sufrido alguna que otra experiencia traumática con este producto básico de la alimentación, lo que hace que esquiven toda clase de quesos. Una manera de no recordar aquel episodio que para ellos no fue del todo placentero.
Sofofobia
Junto a la anterior esta es otra fobia poco frecuente y que no se da mucho entre los trastornos de este tipo. En este caso la sofofobia se refiere a la angustia que se siente, hasta el punto de padecer una sudoración excesiva acompañada hasta por náuseas, cuando se trata de aprender algo nuevo. Dicho de otro modo es el miedo al conocimiento.
Cuando esto ocurre se produce una reacción que sobre todo se da en edades tempranas de niños o jóvenes en edad escolar cuando tienen problemas y dificultades para aprender. Es tal el agobio que experimentan que incluso sienten rechazo por ampliar sus conocimientos y se conforman con los que ya tengan; incluso aunque estos sean básicos.
Xantofobia
Lo que es lo mismo, miedo al color amarillo en toda su extensión. Es conocido el hecho de que los colores guardan una importante carga simbólica y sentimental muy relacionada con los estados de ánimo de una persona. En el caso de aquellos pacientes que padecen xantofobia, solo el mero hecho de ver una prenda de ropa o un objeto de ese color desata en ellos un temor constante.
Hasta tal punto llega esta fobia que incluso en ocasiones estas personas ven afectada su vida social con personas que llevan, por ejemplo, una camiseta en este tono amarillento. Es más, en los casos más graves esta patología se puede ver tan acentuada que incluso ni siquiera pueden escuchar y pronunciar la palabra 'amarillo'.
Somnifobia
Ese momento de llegar a la cama tras un largo día agotador es para muchos el mejor instante del día. Para todos aquellos que no sufran esta fobia que demuestra un miedo a dormir. Se trata de un trastorno difícil de controlar ya que para la salud el descanso es fundamental, de ahí que aquellos que padecen esta fobia intenten suplirla estando sin descansar; con el consiguiente riesgo por ello.
La somnifobia suele generarse tras sufrir un problema psicológico o traumático previo relacionado sobre todo con la idea de que durante ese sueño a esa persona le suceda algo como dejar de respirar o no despertarse nunca. De ahí ese temor a cerrar los ojos y descansar plácidamente. Otro miedo a una acción básica de supervivencia es la fagofobia o temor ahogarse o atragantarse al ingerir alimentos, bebidas o pastillas. Una situación que puede derivar en un ataque de pánico o ansiedad para las personas que lo sufren.
Filofobia
Hay personas para las que eso de enamorarse da un poco de miedo, pero solo en un sentido figurado relativo a la falta de compromiso a la hora de establecer una relación sentimental seria con otra persona. Sin embargo, para otras, ese temor se convierte en algo muy real que se engloba dentro de los trastornos psiquiátricos; es la filofobia. Una fobia que como se puede adivinar sale a la luz cuando se ha pasado por una experiencia traumática relacionada con una ruptura amorosa muy dolorosa para una de partes.
Es tal la huella que deja esa herida sentimental, que esa persona no quiere sufrir más y lo pasa realmente mal cuando empieza a sentir ese cosquilleo propio de alguien que se está enamorando. Así pues y antes de que esto ocurra, aquellos con filofobia suelen demostrar poco interés en relacionarse ni en un plano sentimental ni, en algunos casos, establecer cualquier tipo de acercamiento social con nadie.