Si uno ve una imagen de un pequeño crustáceo llamado Euphausia superb, muy parecido en su aspecto a un camarón, no se imaginará que lleva en su interior todo un cóctel de lo más beneficioso para la salud. Se trata del krill, que habita en las frías aguas de la Antártida y que al ser muy abundante, se convierte en el alimento preferido de otras especies como pingüinos, ballenas, peces y hasta otros animales que no son marinos. Pero su poder interior también puede ser de lo más beneficioso en el caso de la especie humana, en forma de suplemento nutricional como parte de su alimentación.
Y todo gracias al aceite que se extrae de su diminuto cuerpo, ya que es una inagotable fuente de ácidos grasos como el omega 3 y otros nutrientes de lo más positivos para la salud del organismo. Y todo en una especie que no es más grande de 5 centímetros, que puede llegar a vivir hasta cinco años y es rica, además, en fosfolípidos, vitaminas A y E y en menor medida en Omega- 6 y Omega-9.
Un poderoso antioxidante
Parte de ese poder de lo más saludable de ese aceite de krill se debe a que actúa como un potente antioxidante gracias a la astaxantina, un nutriente de origen natural que precisamente es el que otorga ese color rojo que tienen este y muchos crustáceos. Colores aparte, lo cierto es que este antioxidante resulta ideal para combatir el efecto de los radicales libres.
Por si fuera poco, el aceite que se extrae del krill es muy rico en omega 3: un ácido graso formado por una serie de elementos que resultan de lo más beneficiosos para el cerebro humano, así como para mantener y mejorar la salud tanto de la piel como de la retina. Pero eso no es todo, ya que este ácido graso permite reducir los niveles de colesterol en sangre y tiene la bondad de que se absorbe de manera inmediata por el organismo con lo que sus efectos son igualmente rápidos.
Salud para el cerebro
En una función cognitiva normal tienen un papel protagonista los ácidos omega 3, ya que se convierten en nutrientes esenciales a la hora de ayudar a mejorar la memoria, favorecer un buen estado de ánimo e incrementar la capacidad de atención y concentración. Por lo tanto, estos nutrientes que uno puede encontrar en el aceite de krill son de lo más beneficios para el cerebro de los adultos, los niños y hasta los que apenas tienen unos meses y son bebés.
Además, en el caso de las mujeres ese beneficio es doble sobre todo en lo referente a su salud menstrual ya que este elemento natural, al contener fosfolípidos, lo que hace es incrementar una producción saludable de hormonas y esto incide en un ciclo menstrual más regulado y equilibrado.
Más propiedades
Pero la lista de los beneficios de este líquido que se extrae de este crustáceo de frías aguas no termina aquí. Cuando se toma como suplemento nutricional, normalmente en forma de cápsulas, actúa como desinflamatorio para el cuerpo, por ejemplo en el caso de las digestiones y a la hora de digerir mejor los alimentos. Una dosis que también sirve como calmante del dolor, por lo que en ocasiones se aconseja para aquellas personas que padecen afecciones de tipo articular.
El corazón es otro de los órganos importantes del cuerpo que también recibe buenas noticias de un consumo de aceite de krill. Y es que es capaz de aumentar los niveles de lípidos en la sangre, lo que se traduce en una reducción de los triglicéridos y en un corazón sano que tiene menos riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
¿Cómo tomarlo?
Incorporar este cóctel de salud en la alimentación diaria resulta muy sencillo ya que en la mayoría de los casos este elemento natural viene en forma de comprimidos que se encuentran sin problema en muchos herbolarios o centros de dietética. Un aceite que para mantener sus propiedades saludables se extrae del animal en un proceso en frío.
Eso sí, además de lo que se indique en el prospecto o en el recipiente de los mismos, es importante no excederse de la cantidad diaria recomendada. Una supervisión de esta ingesta que es aconsejable que haga en cada caso un especialista médico.